Los mocos son grandes protagonistas en nuestras vidas cuando llega el mal tiempo y comienzan los resfriados. Lo cierto es que la función de estos mocos es proteger nuestro aparato respiratorio de agresiones externas como virus, bacterias o partículas que podemos encontrar en el aire como humo de tabaco, contaminación ambiental o polen. El color de nuestros mocos es muy revelador a la hora de saber cómo estamos de salud y, llegado el caso, saber si necesitamos acudir al médico inmediatamente.
Estos mocos son la primera línea de defensas contra agresiones externas por lo que son muy importantes en nuestro organismo, capaces de frenar enfermedades que podrían ser realmente graves para nosotros. Los mocos se forman a partir de agua y una pequeña mezcla de glucoproteínas, mucopolisacáridos y lípidos, tal y como explican muchos especialistas de salud.
Lo normal, según muchos especialistas en Medicina General y de Familia, es que el color de los mocos sea blanco o transparente, recordando en muchos momentos a una especia de clara de huevo. Pero esto puede ir variando según la época del año y si nuestro sistema ha entrado en contacto con alguna enfermedad o bacteria. Los colores de los mocos pueden ir cambiando y debemos estar prevenidos para saber si es algo peligroso o no para nuestra salud.
Moco transparente
El moco de color transparente suele ser el más habitual y con el que todos debemos estar familiarizados ya que suele ser síntoma de buena salud. Existen algunos casos que, con este color de mucosa, podrían venir de alergias y resfriados.
En estos casos, el problema estaría en la anormalidad de excesiva mucosa teniendo una cantidad fuera de lo normal. Suele ocurrir que llegue a gotear por los orificios nasales, por lo que deberemos buscar consejo de nuestro médico para aliviar este exceso de mocos en nuestra nariz.
Moco amarillento o verdoso
Cuando el color de nuestro moco es amarillento o verdoso, debemos saber que esto indica que tenemos una infección y que nuestras defensas están comenzando a actuar para que esta dolencia no progrese por nuestro cuerpo.
Lo más habitual es que el moco sea claro, con mayor cantidad, pero conforme pasen los días, nuestras defensas actuando volverán este tono de moco en algo más amarillento o verdoso. Este tipo de mucosidad puede ser peligrosa para nuestra salud, por lo que si permanecemos varios días con este tipo de mocos debemos acudir al médico para que nos aconseje qué hacer ante esta posible dolencia.
Mocos rojos
El rojo es un color asociado a la sangre y cada vez que en nuestro cuerpo algo se pone de color rojo, saltan las alarmas. En cuestión de los mocos, el cuando tenemos de color rojo, debemos fijarnos en su viscosidad para comenzar a preocuparnos o no.
Si los mocos tienen una textura normal y alguna traza roja, podría tratarse de una pequeña rotura capilar de nuestra nariz, por lo que no deberíamos preocuparnos ya que se trataría de una simple herida.
Si por el contrario, la viscosidad de este tipo de moco es grande, y cuando nos sonamos sale cada vez más, lo mejor es consultar a nuestro médico. Estos mocos podrían ser síntoma de una afección en los pulmones, y en ocasiones más extremas nos estarían dando una muestra de tuberculosis o cáncer de pulmón.
Mocos marrones
Este tipo de mocos están altamente asociados a personas que fuman. Se trata de un síntoma de nuestro cuerpo que intenta expulsar y limpiar los pulmones expulsando, a través de la mucosa, nicotina y alquitrán provocados por el tabaco.
Lo más frecuente, si tenemos este color de mocos, es que presentemos otros síntomas como fiebre alta, tos, dificultad respiratoria y malestar general. Ir al médico debería ser prioritario ya que puede ser síntoma de neumonía.
Mocos negros
Al igual que con los mocos de color marrón, el negro también suele estar asociado a personas que fuman o que consumen drogas. También suele ser muy común en personas que trabajan en la minería al igual que si hemos inhalado humo en zonas donde la contaminación ambiental sea muy elevada.
Para las personas no fumadoras que detecten este color en su mucosa, puede deberse a la infección por un hongo en los senos paranasales o en los pulmones. Conviene acudir de inmediato al médico para tratar este tipo de mucosa porque podría derivar en problemas realmente graves.
¿Cuándo acudir al médico?
El color de los mocos suele ser síntoma de algo, y en los casos donde la mucosa no sea del todo normal, vendrá acompañado, normalmente, de otro tipo de dolencias.
Por ejemplo, cuando nuestro volumen de mucosa es elevado posiblemente sintamos malestar, aparezca fiebre, y el moco sea de un color más espeso que de costumbre. Estos síntomas son claros para acudir al especialista sin alarma.
Si por el contrario, nuestro color de mocos es cada vez más oscuro, y presentamos otros síntomas más agudos, ir al médico será una prioridad.
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