La vuelta a la rutina suele ser tediosa para muchos amantes y no menos parejas: reconectar de nuevo con los hábitos de antes de las vacaciones suele ser deprimente, incluso en cuestiones amorosas… De esta manera, los expertos de Gleeden – la plataforma de encuentros extraconyugales líder en Europa, pensada por y para mujeres – prevé que fórmulas divertidas y sexys de reconexión – como la fotografía “boudoir” – experimentarán un gran auge.
“De hecho, en los últimos meses, hemos detectado un incremento del uso de fotografías Boudoir en nuestra plataforma”, afirma Sílvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden en España. Se trata de una tendencia que está tomando mucha fuerza y que consiste en una modalidad de fotografía completamente erótica, que no cae en las trampas de la pornografía, ya que no se trata de fotografía de desnudo. En definitiva, son fotografías que transmiten la sensualidad de mujeres que se sienten bien con su cuerpo y viven su sexualidad en plenitud.
Y es que, más allá de describir una estética, se podría decir que las mujeres que se toman este tipo de fotografías, buscan manifestar un sentimiento. Son imágenes íntimas en las que, si bien el fotógrafo debe participar, se convierten en un vínculo íntimo entre la mujer retratada y su amante. Un sensual, erótico, privado y elegante regalo para despertar pasiones, siempre dejando lugar a la imaginación.
Ante el auge de este tipo de sesiones, Gleeden propone unas pautas para realizarlas sin caer en la pornografía, vulgaridad ni tópicos:
1. ¿Quién estará en la sesión?
Cada vez son más las mujeres fotógrafas que ofrecen sesiones de boudoir para que otras mujeres se sientan más cómodas y puedan ser más libres al momento de tener una cámara profesional enfrente.
“La clave para que una Fotografía Boudoir funcione es la actitud”, afirma Rúbies, por ello “debemos cuidar que nunca se rompa el ambiente de comodidad para que el estado mental se mantenga sereno y transmita a cámara el tipo de fotografías que queremos capturar. Si es necesario, puedes ir acompañada de tu mejor amiga o de la persona que te haga sentir más segura y despreocupada para motivarte a posar y sacar el mejor provecho de tu sesión”, recomienda Rúbies.
2. Elegir referencias
Previamente, cuantas más fotos de este tipo se haya visto, será mejor para marcar los límites eróticos y poder mostrar al/la fotógraf@ lo que se espera de esa sesión y establecer una base de donde partir.
Incluso es importante discutir el escenario donde tendrá lugar la sesión, la iluminación y decoración, ambientación, etc.
También es fundamental elegir el vestuario, que no necesariamente tiene que ser lencería, sino ropa sensual con la que la fotografiada se sienta cómoda y atractiva. Por ejemplo, la sesión podría empezar con una camisa para, poco a poco, ir ganando confianza y, posteriormente, quitarla y mostrar la lencería en el mejor momento de la sesión.
De la misma manera, afirma Rúbies, “debes ir imaginando qué tipo de poses te gustaría hacer o van más con tu personalidad, más aún si es la primera vez que participas en este tipo de sesiones”.
Hay que tener siempre en mente que “boudoir” es elegancia y sensualidad, por lo que no es necesario hacer poses muy explícitas. Lo importante es que fluya la sensualidad y la fotografiada pueda improvisar un poco de acuerdo a cómo se vaya sintiendo.
3. Vivir la sensualidad al máximo
La tendencia “boudoir” es para renacer una pasión, para establecer la fuerza interna y explorar el erotismo dentro de cada mujer. “Las únicas expectativas que tendrás que cumplir son las tuyas, así que fluye y deja que sea una sesión que te empodere y te haga sentir toda la sensualidad que vive en ti”, propone Rúbies.