¿Qué es la dieta paleo y cuáles son sus beneficios?

Estamos acostumbradas a conocer prácticamente a diario nuevas dietas. Para no poner en riesgo nuestra salud, es importante que aprendamos a diferenciar los planes de alimentación saludables de los que no lo son. Actualmente una de las dietas que más éxito tiene entre las famosas y las influencers es la dieta paleo, así que hemos querido saber un poco más sobre ella.

La idea general es muy simple: comer del mismo modo que lo hacían nuestros antepasados en el paleolítico, de ahí su nombre. Por lo tanto, estamos ante un plan que consiste en comer todo lo que se obtiene de la caza y de la agricultura: carne, pescado, fruta y verdura.

Dieta paleo: ¿qué es?

Quienes defienden esta dieta argumentan que se trata de un método de alimentación que se basa en las necesidades reales del organismo. Nuestros antepasados se mantenían fuertes y en buen estado de salud ingiriendo únicamente lo que obtenían de la tierra, sin necesidad de procesar nada.

La dieta paleo rechaza todos aquellos alimentos que han sido tratados, y se basa en comer exclusivamente lo que proviene de la naturaleza. Se eliminan los cereales, los lácteos, las carnes procesadas, las legumbres…

¿Cuáles son los beneficios de la dieta paleo?

A día de hoy, existe una tendencia creciente hacia un modo de alimentación más natural, dejando de lado los productos procesados. Los azúcares y las harinas refinadas no le hacen ningún bien a nuestra salud, y, por desgracia, están presentes en muchos de los alimentos que consumimos a diario.

La dieta paleo es un método de alimentación natural que evita ingerir sustancias químicas innecesarias y que son perjudiciales para el organismo. Uno de sus principales beneficios es que ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre.

A esto hay que sumar que tomar alimentos que provienen de la naturaleza es más que suficiente para tener la energía física y mental necesaria para afrontar el día a día.

Al eliminar los alimentos procesados, se reduce de manera considerable el consumo de grasas saturadas. Esto se traduce en un menor riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes tipo 2 o la obesidad.

Las frutas y verduras son alimentos con un alto contenido en fibra. ¿Qué quiere decir esto? Que tienen efecto saciante, de forma que son grandes aliadas para mantenerse en forma e incluso para perder peso. Además, la fibra regula el tránsito intestinal.

Y, por último, cabe señalar que la dieta paleo es perfecta para deportistas. La proteína es excelente para fortalecer el sistema muscular y articular.

¿Y sus contraindicaciones?

A pesar de la gran popularidad que tiene en la actualidad, la dieta paleo también presenta una serie de contraindicaciones que merece la pena conocer. Hay que tener en cuenta que es un plan de alimentación que elimina completamente la ingesta de legumbres e hidratos de carbono, dos grupos alimentarios necesarios para el buen funcionamiento del organismo.

Los expertos señalan que los niveles de colesterol pueden aumentar ante el excesivo consumo de carne roja. También existe cierto riesgo de enfermedad cardiovascular o renal si se ingieren demasiadas proteínas.

La falta de carbohidratos puede dar lugar a fatiga y cansancio, así como a sufrir hipotiroidismo ya que el organismo puede reducir la función de las tiroides para el ahorro de energía.

¿Cuál es el planteamiento ideal para no sufrir ningún problema de salud? Seguir la dieta paleo, pero no de forma demasiado estricta. Bien sabemos todas que los alimentos procesados ricos en grasas trans y azúcares refinados son muy perjudiciales, de forma que nos olvidamos de ellos.

Podemos basar nuestro plan de alimentación en los alimentos más saludables de la dieta paleo: verduras verdes, frutas, carnes blancas, hortalizas… Y combinarlos con un consumo adecuado de hidratos de carbono, lácteos y legumbres.

Las claves para una dieta sana y equilibrada

Una de las claves principales para un plan de alimentación saludable es la variedad de nutrientes. Es decir, hay que comer alimentos de todos los grupos ya que ninguno por sí mismo contiene todos los nutrientes que el organismo necesita.

Una buena dieta debe estar compuesta en su mayor parte por alimentos de origen vegetal, tomando los de origen animal de forma moderada. La dieta mediterránea favorece el consumo de verduras, frutas, hortalizas y legumbre. También incluye la ingesta moderada de grasas de origen animal y carnes, de ahí que sea considerada una de las dietas más saludables del mundo.

Las verduras son una fuente rica de hidratos de carbono, agua y fibra. Además, apenas contienen grada, y nada de colesterol. También aportan minerales y vitaminas hidrosolubles.




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