Se trata de una enfermedad viral endémica de África, por lo que ha ocasionado alerta en Reino Unido y Portugal, países en los que ya se confirmaron 7 y 5 casos, respectivamente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el virus de la viruela símica se transmite a las personas por diversos animales salvajes, como roedores y primates, pero tiene una propagación secundaria limitada de persona a persona.
De persona a persona el contagio puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión. La transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias, generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente, lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección.
La infección se transmite también por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita). Sin embargo, hasta la fecha no se ha podido demostrar que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos.
La viruela del mono produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela, enfermedad que fue erradicada del mundo en 1980.
La viruela del mono tiene un periodo de incubación que va de los 6 a los 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.
Entre los días 0 y 5, se presenta fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y debilidad general.
Después del inicio de la fiebre, entre los días 1 y 3, comienzan a aparecer lesiones en la piel. Por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos).
Luego de aparecer las lesiones cutáneas se forman ampollas llenas de líquido, pústulas y costras se produce en los siguientes 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.
En total, los síntomas duran de 14 a 21 días.
Los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.
Aunque no hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela símica, la la vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenirla. Sin embargo, la vacuna ya no está accesible al público, puesto que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela.
Para reducir el riesgo de contagio de persona a persona la OMS recomienda evitar el contacto físico estrecho con las personas infectadas por el virus de la viruela símica.
Además hay que usar guantes y equipo de protección si se mantiene contacto con un paciente. Hay que lavarse las manos después de asistir o visitar a un enfermo.
Se recomienda aislar a los pacientes en su casa o en centros de salud.
Con información de la OMS
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