¿Qué es un chorco de lobos?

El Chorco de lobos es una trampa de lo más ingeniosa que se usaba desde épocas muy antiguas para atrapar a uno de los depredadores que más daños causaba al ser humano, el Lobo. Era una estructura de piedra con planta circular prolongada en una empalizada de madera que seguía siendo una cavidad en la tierra.

¿Por qué se utilizaba?

Se comenzó a usar en el monte de Corona (León), ya que vieron que en invierno en las zonas altas del valle, quedaban cubiertas de nieve con frecuencia. Lo que tenía como consecuencia que el lobo terminaba descendiendo y buscaba alimento en las zonas bajas, que solían además estar repletas de ganado en la época invernal.

En la antigüedad, por la gran cantidad de lobos que había en la zona y lo aislada que estaba en lo geográfico que padecían especialmente en el largo y duro invierno, el Chorco de los Lobos era punto que servía de unión para defender los intereses que tenían los que habitaban el Valle de Valdeón.

Todo esto llego hasta que las Ordenanzas de Montería detallaban con todo lujo de detalles, como se debía implementar el sistema de acoso y captura de los lobos, donde se especificaba claramente las obligaciones que tenían los habitantes cara a que se mantuviese el chorco.

Hablamos de la legislación más antigua que regulaba el funcionamiento del Chorco de los lobos y que es del año 1610, pasando luego por una reforma en 1776. Todo esto supuso un rito en el que al toque de campana por dos veces, lo que hacía era reunir a todos los monteros de las comarcas del Valle de Valdeón para conseguir matar a todos los lobos que se aproximaban a las presas de ganado.

Los bateadores barrían la zona con sus perros y encaminaban al lobo desde el comienzo del balle hasta Cordiñanes. En este pueblo no estaban permitidos los mastines, puesto que si el lobo olía alguno, era posible que se diese la vuelta y estropeara el tan deseado final.

Al final del Valle estaba la trampa, pues no se podía seguir mucho más pues el desfiladero del Cares es una muralla imposible de salvar. El lobo se metía poco a poco en la trampa. Una vez estaba en el Monte Corona buscaba refugio y ascendía, pero se encontraba con la empalizada del chorco.

Al lobo no le quedaba otra que bajar y cuando se encontraba en el embudo final, los lanceros le obligaban a colarse por un agujero que daba al pozo. Aquí ya podía darse por muerto.


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