El madrileño edificio de la Fundación Francisco Giner de los Ríos aúna tradición, modernidad, belleza y funcionalidad. Es un buen ejemplo de las características que deberían tener todos los productos que se comercializan. Si así fuera, las decisiones de consumo se simplificarían considerablemente. Porque nadie nace aprendido y con la capacidad de discernir qué es mejor y qué es peor. El camino hacia la sostenibilidad parte de la reflexión y el cuestionamiento. Así lo creen el activista y actor Jon Kortajarena y la poeta Elvira Sastre (premio Biblioteca Breve en 2019) que, como se ve en el vídeo que encabeza este artículo, comparten el empeño en mejorar sus hábitos diarios de compra.
Todos podemos aprender a consumir mejor. Saber si algo es conveniente o no en términos de utilidad, diseño y valor social es una habilidad que se aprende con tiempo, información y práctica. El 73% de los españoles dice considerar aspectos éticos y ecológicos en sus decisiones de compra, según un estudio de la OCU. Al final, y como si de una casa ordenada se tratase, adquirir productos de manera responsable también contribuye al bienestar mental, ejemplifica Sastre.
Seas consciente o no, elige bien
Más allá de la responsabilidad personal, una de las grandes tareas del mundo empresarial es brindar productos cada vez más sostenibles que garanticen, en la medida de lo posible, decisiones acertadas. Mónica Chao, directora de Sostenibilidad de Ikea en España, lo sintetiza así: “Queremos facilitar que cualquier persona, sea de manera consciente o inconsciente, elija y tome pequeñas decisiones sostenibles”.
Además de este soporte por parte de la industria, cada persona puede refinar por su cuenta sus decisiones de compra. Kortajarena y Sastre hablan de la importancia de buscar, indagar, informarse, ir al origen o implicarse en cada elección. Encontrar nuevas formas de consumir: en internet, en las redes sociales, a través de amigos y familiares. Convertirse en un pequeño activista que, mediante la acción personal, repercute en el bienestar de todos. Son tareas sencillas y asequibles que, seamos conscientes o no, aportan grandes beneficios sociales.
¿Qué es el diseño democrático?
“El diseño democrático es un pentágono de características de producto que garantiza que las decisiones de compra de un consumidor son adecuadas”, explica Mónica Chao, directora de Sostenibilidad de Ikea en España. Este modelo, que la marca sueca aplica en la fabricación de todos sus productos, se articula en torno a cinco ejes: precio (en cuanto a eficiencia y asequibilidad); función (que sea útil y cumpla su misión); diseño (que sea bello y atractivo); calidad (que dure y sea seguro) y sostenibilidad (que su fabricación contemple lo social y medioambiental).
Para que este diseño democrático esté al alcance de cualquier persona, Ikea colabora con pensadores, creativos, artesanos, diseñadores, marcas y estudiantes; un ecosistema de mentes innovadoras con la capacidad de afrontar los desafíos futuros y la misión de componer un surtido de productos accesible, sostenible y universal.
‘Orígenes’, el principio de la solución
“¿Podemos vivir de un modo más sostenible? “Basta de palabras huecas, hay que actuar”. Con estas declaraciones como motor, el actor y activista Jon Kortajarena reunirá en la serie Orígenes y a lo largo de 12 capítulos a otras tantas personalidades que quieren cambiar el planeta y que abordarán semanalmente los grandes temas que harán de él un lugar más sostenible: agua, bosques, energía, personas… Una serie que quiere ser una oportunidad para reflexionar, aprender y ser parte de la solución.
Source link