Llevaban cuatro derrotas seguidas, pero el genio de Paul George les rescató del abismo con un partidazo sin precedentes en la historia de la NBA y un par de canastas para el recuerdo en Los Ángeles. El ’13’ de los Clippers pudo rescatar al grupo, huérfano del siempre tocado Kawhi Leonard, con sus dos canastones en los segundos finales del encuentro, resuelto por un escueto 95-93 que da cuenta del sufrimiento en el duelo contra los Houston Rockets, colistas en la Conferencia Oeste con un balance de 1-7.
PG tuvo una secuencia increíble en el minuto final del encuentro. Con un triple empató el encuentro a 93 a falta de 39,4 segundos.
Luego pasó a robar un balón a Eric Gordon en defensa con 29,3 segundos en el casillero, y en el ataque definitivo, se zafó de la marca del veterano rival para sacarse un tiro en suspensión escorado en la banda que certificó la victoria a 6,2 segundos de la conclusión. Una secuencia tremenda de un jugadorazo.
Con el encuentro resuelto fue el turno de los analistas estadísticos, que terminaron de redondear la noche de PG en el Crypto Arena. Nadie en la historia de la NBA había presentado una hoja con 35 puntos, 9 rebotes, 8 asistencias, 6 robos de balón y un 15 de 26 en tiros de campo (5 de 10 en triples). Desde 1993, nadie lograba un 35-8-8-6 con más del 50% de acierto en tiro. ¿El último? Cómo no, Michael Jordan.