Poner el nombre de Ja Morant en el buscador es adentrarse en un mundo de actividades ilegales/ilícitas. Pistolas, peleas, amenazas… El historial es largo y en las últimas horas hay que añadirle un nuevo caso: la estrella de los Grizzlies protagonizó un altercado el pasado septiembre en un partido de voleibol de su hermana.
A pesar de que los Memphis Grizzlies hablaron con su estrella por el mal camino que estaba tomando, no sirvió de mucho y todo estalló hace pocos días. Mientras estaba en un club de alterne, Morant hizo un directo de Instagram pistola en mano. La cosa terminó con los Grizzlies suspendiéndolo de forma hasta el momento indeterminada, la única forma probablemente de pararle los pies.
Es ley de vida
O condición humana. Uno siempre quiere lo que no tiene y el césped del vecino está más verde y bonito. En todo el tema de Ja Morant hay dos cosas que están por encima de todo llaman mucho la atención: que no hay motivos para hacer esas tonterías de niño pequeño y que no le pega bien ir de ‘malote’.
El mundo de las drogas, armas de fuego y maleantes es atractivo para muchos jóvenes, así que es entendible que Morant quiera labrarse la fama de duro (dentro y fuera de la pista) en la NBA. Pero Morant nunca ha sido de la calle. En una NBA plagada de jugadores que tienen que dejarse la piel para salir del barrio y tener una vida digna, Ja Morant sigue emperrado en tomar el camino contrario, aunque en su caso no sería volver a sus inicios sino arruinarse la vida intentando ser algo que no es ni será.
Si hay algo que la comunidad afroamericana detecta rápidamente y no tolera es un ‘fake tough guy’. No hay nada peor que alguien que intenta aparentar lo que no es e ir de malo de la película sin que le pegue es lo que le pasa a Morant. Por más que se esfuerce, nunca tendrá la etiqueta de tipo duro.
Derrick Rose, DeMar DeRozan, John Wall… La lista de jugadores de la NBA con lazos en bandas callejeras es larga pero, a diferencia de Morant, esa vinculación es real y no la van demostrando siempre que pueden.
Una vida más que tranquila
Uno de los aspectos de la vida de Morant que más se ha utilizado para desacreditar sus intentos de ir de ‘malote’ es su nombre. El hecho de que se llame Temetrius (lo de Jamel viene después) ha sido usado siempre como arma para aludir a sus orígenes más que acomodados.
A diferencia de muchos de sus compañeros de equipo o incluso amigos, Ja ha tenido una vida perfectamente estable, alejado completamente de cualquier tipo de peligro o necesidad. Morant nació el 10 de agosto de 1999 en Dalzell, Carolina del Sur. Hijo de Tee y Jamie Morant, ambos atletas en la universidad, que lo mandaron a una escuela privada.
Unidad familiar al completo y estabilidad económica. No le ha faltado nada a Ja Morant. Incluso en la noche del Draft, en el que fue elegido en segunda posición por detrás de Zion Williamson, un por aquel entonces todavía cabal Morant desvelaba lo que todos saben: “Soy una persona muy de familia”. Más le vale a Ja (o Temetrius) volver a esa versión antes de que sea demasiado tarde.