Tras la victoria de Pecco Bagnaia el pasado fin de semana en el GP de San Marino, son pocos los que se atreven a apostar contra el triunfo del piloto italiano en el Campeonato del Mundo. Es cierto que en las carreras vale aquello de ‘todo es posible’, pero la dinámica del piloto de Ducati es una auténtico rodillo.
Que Bagnaia haya ganado los últimos cuatro GGPP, que lleve seis victorias sobre 21 posibles en 2022, o que haya subido a los más alto del podio diez veces en las últimas veinte carreras es una estadística ciertamente contundente, pero es mucho más abrumador el hecho de haberle recortado al actual líder del campeonato, Fabio Quartararo, 61 puntos en los últimos cuatro GGPP. La ventaja del piloto francés ha quedado reducida a 30 puntos a falta de seis carreras… ¿Hace falta añadir algún argumento más a la respuesta sobre si Pecco Bagnaia es capaz de ganar el título de Campeón del Mundo de MotoGP 2022?
Igual que sucedió el año pasado, esta temporada el inicio de Bagnaia fue titubeante, pero una vez disipadas las dudas el conjunto formado por Pecco y Ducati está siendo un auténtico rodillo. En 2021 sumó seis podios en los últimos ocho GGPP, siendo cuatro de estos victorias; la dinámica este final de temporada está siendo la misma. Como lo están siendo también sus argumentos: la confianza y estar subido en la mejor moto de la categoría.
A estos dos argumentos hay que sumarle la legión de Ducati que hay en MotoGP -8 sobre 24 motos-, cada una de ellas nítidamente superior a la Yamaha con la que Fabio Quartararo está defendiendo la corona que conquistó el pasado año. Haciendo bueno aquello de los del tuerto es el rey en el país de los ciegos, el piloto francés supo sacarle el máximo partido a los problemas técnicos de Bagnaia en la primera mitad de la temporada. Pero en la actual fase del campeonato, Quartararo es una especie de barco a merced de un huracán llamado Ducati.
Quartararo está atado de pies y manos, no tiene medios para contragolpear
La historia se viene repitiendo en los últimos GGPP en forma de parrillas de salida con cinco,seis y hasta siete Ducati en las tres primeras líneas, con Quartararo y su Yamaha en medio de ellas. Como quiera que por falta de motor le sangre, sudor y lágrimas superar a una Ducati en carrera, sus opciones pasan por hacer una buena salida y que la salga bien una maniobra al límite en la primera curva de carrera. Hay que decir que le ha salido bien en un par de ocasiones, pero es imposible jugar basar todo un campeonato a esa carta. Para más inri, la próxima cita del Mundial de MotoGP tendrá lugar el fin de semana del 18 de septiembre en el Motorland/Alcañiz, que ha sido a lo largo de los años el circuito tabú de Quartararo.
“Intentaré minimizar los daños en Aragón a la espera que la superioridad de las Ducati disminuya en los cuatro GGPP de Japón, Tailandia, Australia y Malasia”
Fabio es perfectamente consciente de que no puede jugar otro rol que el de esperar que la dinámica de Bagnaia cambie. Él está atado de pies y manos, no tiene medios para contragolpear. “Intentaré minimizar los daños en Aragón a la espera que la superioridad de las Ducati disminuya en los cuatro GGPP que correremos en Japón, Tailandia, Australia y Malasia. Son circuitos a los que no vamos desde 2019 por lo que Ducati no tendrá telemetría de sus motos nuevas. Como quiera que nuestra moto apenas ha cambiado desde entonces, a lo mejor esto nos da una oportunidad”.
Quartararo se agarra a un clavo ardiendo para salvar lo que parece insalvable: ser arrollado por Pecco Bagnaia y su Ducati Desmosedici