Está claro que el Atlético de Madrid ha mejorado en su juego esta temporada. Los colchoneros practican un juego mucho más alegre, pero eso no ha provocado que Jan Oblak haya bajado su nivel. Ante el Barcelona volvió a ser uno de los protagonistas en un partido en el que brilló especialmente transmitiendo una seguridad tremenda a todo el equipo.
Hasta cuatro ocasiones muy claras tuvo el conjunto azulgrana para inaugurar su casillero y en las tres ocasiones se encontró con el meta esloveno. La primera fue de Messi. El argentino se quedó solo ante el cancerbero esloveno y casi sin angulo y su disparo lo detuvo con una simplicidad alucinante. Lo blocó abajo y ahí acabó la jugada.
La segunda y la tercera llegó casi seguidas y por el mismo protagonista. Lenglet cabeceó muy sólo en dos ocasiones casi consecutivas. En las dos logró ganarle la posición a la zaga colchonera pero no pudo hacer lo mismo con un Oblak que las blocó abajo, igual que había hecho en la primera parte con Messi.
Menos clara fue la última de Griezmann. Centro de Messi y cabezazo del francés que detuvo de nuevo con un blocaje exquisito. Evitando cualquier segunda jugada. De nuevo una gran acción que dejó sin opciones a un Barcelona que no creó tanto peligro como en otras visitas que se le recuerdan al Metropolitano.
Al final, un partido más dejando su portería a cero. Ya van seis en este campeonato de Liga. Una Liga en la que sólo ha encajado dos goles, y los dos cuando el Atlético de Madrid estaba ganando holgadamente ante Granada y Osasuna.
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