Los “Derechos de los Ríos” se inspiran en el movimiento más amplio de los Derechos de la Naturaleza, que afirma que la Naturaleza posee derechos fundamentales al igual que los seres humanos.
Por Omar Arellano-Aguilar y Claudia Brindis
Decenas de personas se empiezan a movilizar para un objetivo común: recuperar los ríos del país. Hace dos décadas, las comunidades asentadas en la ribera de los ríos empezaron a denunciar los graves problemas de contaminación que sufren el 70% de los ríos de México, así como por el incremento de enfermedades tales como insuficiencia renal y leucemias. Ante las denuncias y movilizaciones, las respuestas de las autoridades gubernamentales fueron en el mejor de los casos, desestimadas. Sin embargo, el problema ha ido creciendo y más voces se han unido, al mismo tiempo de que las evidencias científicas son más contundentes respecto la contaminación química que sufren los ecosistemas acuáticos del país con graves costos económicos, sociales y ambientales.
El problema de contaminación de cuerpos de agua superficiales no es exclusivo de México y no es reciente. A principios de este siglo XXI, Björn Malmqvist y Simon Rundle, de la Universidad de Plymounth, Reino Unido, pronosticaron que en los 25 años siguientes las presiones sobre los ecosistemas acuáticos, en especial los ríos, serían dramáticas debido al incremento en la construcción de presas hidroeléctricas, la irrigación para aumentar la producción de alimentos y la constante descarga de aguas residuales contaminadas con sustancias tóxicas de la industria y la minería.
Dichos especialistas identificaron además que el proceso de deterioro se aceleraría en regiones más vulnerables ante los efectos del cambio climático. Sin embargo, es desde la sociedad civil organizada que se genera una fuerza social para proteger y restaurar los ríos a través la Declaración Universal de los Derechos de los Ríos. Se trata de una iniciativa de la organización Earth Law Center (https://www.earthlawcenter.org/river-rights) quien en 2017 promovió los derechos fundamentales que tienen todos los ríos.
Foto: Bernardino Hernández/ Cuartoscuro
Los “Derechos de los Ríos” se inspiran en el movimiento más amplio de los Derechos de la Naturaleza, que afirma que la Naturaleza posee derechos fundamentales al igual que los seres humanos. La Declaración ya está siendo utilizada como instrumento de protección en países como Estados Unidos, Pakistán, Nigeria, Serbia, Francia, Colombia, Nueva Zelanda y Ecuador. La Declaración reconoce que todos los ríos son entidades vivas con personalidad jurídica, y que estos derechos son inherentes y se derivan de la existencia misma de los ríos en nuestro planeta.
Los ríos del mundo tienen derechos específicos tales como:
- El derecho a circular;
- El derecho a desempeñar funciones esenciales dentro de su ecosistema;
- El derecho a estar libre de contaminación;
- El derecho a alimentarse y ser alimentado por acuíferos sostenibles;
- El derecho a la biodiversidad nativa; y
- El derecho a la restauración.
La Declaración también establece que para hacer valer sus derechos, cada río tiene derecho a la designación independiente de uno o más tutores legales. Estos guardianes legales sirven como la voz de los ríos al actuar únicamente en nombre de los derechos e intereses de un río, incluso en una variedad de procesos de toma de decisiones. En nuestro país, la Constitución de la Ciudad de México y la Constitución del Estado de Guerrero reconocen los Derechos de la Naturaleza.
Por otro lado, desde que en 2012 se reformó el artículo 4to. Constitucional para reconocer el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento, diversas organizaciones civiles, grupos académicos, colectivos y comunidades se han movilizado para promover cambios fundamentales a la Ley de Aguas Nacionales y la modificación de las Normas Ambientales con el objetivo de frenar la mercantilización del agua, poner fin a la contaminación, asegurando agua para todos y agua para la vida. Las iniciativas incluyen el llamado al Gobierno de México para proteger de la contaminación a nuestros ecosistemas acuáticos (https://actionnetwork.org/petitions/llamado-al-gobierno-de-mexico-para-proteger-de-la-contaminacion-a-nuestros-rios-lagos-y-mares). Dicho llamado tan sólo retoma los compromisos que el Gobierno mismo asumió a través del documento “Naturamlo, México está en la Tierra”. Y con la Declaración Universal de los Derechos de los Ríos se abre un nuevo camino para seguir trabajando para alcanzar la meta de restaurar y proteger los ríos del país.
*Claudia Brindis. Derechos de la Madre Tierra México. Experta en el Programa Armonía con la Naturaleza de la ONU
*Omar Arellano-Aguilar. Profesor Titular de la Facultad de Ciencias, UNAM. Integrante del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones, UNAM.