El Barça lo tenía todo listo para convertir al francés Leo Westermann en el sustituto de su compatriota Thomas Heurtel pero la operación saltó por los aires cuando el club azulgrana se enteró del engaño de este último, que había trasladado que tras obtener la carta de libertad iba a fichar por el
Fenerbahçe
cuando en realidad iba a hacerlo por el
Real Madrid. Las consecuencias son del dominio público, con
Heurtel ‘castigado’ a regresar por su cuenta de Estambul y entrenar en solitario apartado del equipo y su salida paralizada a menos que encuentre un nuevo destino que no sea el eterno rival.
Pero, ¿qué pasa ahora con Leo Westermann? Heurtel no fue el único que se quedó en Estambul tras la derrota del Barça en pista del Anadolu Efes (86-79) del pasado 22 de diciembre. En el avión de regreso de la expedición azulgrana también debía viajar Westermann, que en los días previos se había desligado del Fenerbahçe turco y había firmado contrato con el Barça. Ante el engaño de Heurtel y su agencia, Beobasket, el club azulgrana paralizó tanto la salida de Heurtel como la llegada de Westermann. Y lo hizo por dos motivos. Por un lado, sin liberar dinero del contrato de Heurtel el Barça no disponía de capacidad económica para ficharle un sustituto pues la junta gestora no aprueba ningún gasto que se salga del presupuesto. Por otro, Westermann comparte el mismo agente de Heurtel, Misko Raznatovic (Beobasket), y el Barça no estaba por la labor de ficharle un jugador tras la maniobra que había intentado… y que no se consumó al conocerla el Barça una hora antes del momento fijado para la rescisión de Heurtel.
La situación en estos momentos es confusa, pues Westermann en efecto tiene un contrato firmado con el Barça. Sin embargo, el ex jugador del Fenerbahçe aún no ha pasado reconocimiento médico para validar ese acuerdo. Por otro lado, el Barça no ha querido romper definitivamente los puentes con Raznatovic a la espera de que el agente ayude a desbloquear la salida de Heurtel, en esos momentos decidido a seguir en el club azulgrana y cobrar íntegra la presente temporada aún a riesgo de quedar fuera de la disciplina del primer equipo, ser enviado al ‘B’ y poner en riesgo su participación con la selección francesa en los Juegos Olímpicos del próximo verano. Si Heurtel aceptara irse del Barça a un equipo de fuera de la ACB, el club estaría dispuesto a mantener la propuesta de terminación de contrato que habían pactado (en torno a 1,2 millones de euros) y, paralelamente, confirmaría el fichaje de Westermann. En las últimas horas ha trascendido un posible interés del Khimki ruso por hacerse con Heurtel.
Si Heurtel sigue en sus trece y decide seguir en el Barça, la llegada de Westermann pierde fuerza pero tampoco está descartada. Sin embargo, la sección debería encontrar alguna vía para obtener los fondos para ese gasto no previsto si aspira a una incorporación rápida. Los clubs de Euroliga no pueden fichar a jugadores que en esa misma temporada hayan jugado en otro equipo de la competición más tarde del 6 de enero, pero en el caso de Westermann eso no sería un problema pues la fecha de su contrato con el Barça es anterior a ese límite.
La otra opción para concretar el fichaje de Westermann es e
sperar a que pasen las elecciones (24 de enero) y la nueva junta directiva apruebe ese gasto extra ahora bloqueado por la junta gestora.
Hay una última opción: que el Barça decida n
o incorporar a Westermann, que no era el jugador preferido por Jasikevicius para sustituir a Heurtel (era Thomas Walkup, del Zalgiris) pero cuya llegada facilitaba en teoría la operación al ser ambos de la misma agencia.. ¿Qué pasaría en ese caso con el contrato ya firmado con el francés? Es difícil preverlo en estos momentos, aunque las opciones parecen solo dos (si el francés logra superar el reconocimiento médico): un pacto con el jugador y su agencia para que ese acuerdo quede en papel mojado o una denuncia de Westermann ante los tribunales para hacer valer lo firmado.
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