¿Qué sabes de la diabetes tipo 2?

El ser humano vive su relación con la salud en permanente contradicción: por una parte, es capaz de erradicar o controlar enfermedades potencialmente mortales, a veces en tiempo récord, y por otra, expande epidemias alimentándolas con incorrectos hábitos de vida. La diabetes tipo 2 es la principal de estas epidemias. Erradicarla parece un objetivo inalcanzable y las estrategias que se han puesto en marcha se dirigen a prevenirla para evitar su progresión y a tratarla antes y mejor para que los pacientes convivan con la enfermedad bajo control y eviten sus secuelas.

El número de pacientes en el mundo casi se ha triplicado desde el año 2000 y la enfermedad alcanza ya a 425 millones de personas, según la Federación Internacional de Diabetes. Pero el número real de afectados es mucho mayor porque se estima que entre un 20% y un 50%, según los países, tardan años en ser diagnosticados, como apunta Fernando Gómez Peralta, jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital General de Segovia. “Los estudios científicos indican que se está diagnosticando con unos siete años de retraso”.

Esa demora en el abordaje temprano es capital porque a la diabetes la acompañan otros problemas que también minan la salud. “En las personas diagnosticadas hay una prevalencia alta de obesidad, en un 80% de los casos, y de hipertensión, hasta en un 75% de los pacientes, que podríamos empezar a tratar más intensivamente si la detectáramos antes”, señala Gómez Peralta.

Si el diagnóstico es sencillo (basta un análisis de sangre), ¿por qué tarda tanto tiempo en detectarse? La explicación, según los especialistas, es que falta un programa de cribado sistemático, similar al que existe en otras enfermedades. Domingo Orozco, médico de familia y vicerrector de Investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche, apunta otra razón: “No es una patología que en los primeros años dé síntomas importantes porque los índices de glucemia en esa fase no son muy altos y eso hace que pase desapercibida”. Ese carácter sigiloso favorece también que sea poco conocida y proliferen la falta de información y los mitos sobre cómo prevenirla o sobre qué alimentos y bebidas pueden tomar los pacientes y en qué cantidades.

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¿Qué leyenda debo buscar en las etiquetas?

Apto para diabéticos

“Sin azúcar” o “Libre de azúcar”

Recomendado para diabéticos

“Sin azúcar” o “Libre de azúcar” indican un contenido en azúcares de menos de 0,5 gr por 100 gr de producto.

¿Puedo comer fruta?

Solo manzana y naranja

No, tiene mucho azúcar

Entre dos y cuatro piezas al día

No hay frutas prohibidas. La mejor opción son variedades frescas ricas en fibra o que pueden ser consumidas con piel: manzana, pera, ciruela, albaricoque…

¿Cuánto alcohol puedo beber al día?

Una copa

Ninguna

Tres copas

Si no tomas alcohol, no lo incorpores a la dieta. Si lo haces, minimiza al máximo su consumo.

¿Qué factor clave contribuye al desarrollo de la diabetes tipo 2?

Colesterol

Sobrepeso / obesidad

Clima

El riesgo de sufrir diabetes en las personas con obesidad es tres veces mayor que en el resto de la población.

¿Cuánta pasta o arroz puedo comer como plato principal?

100 gramos

El mínimo posible

200 gramos, si es plato único

Mejor que sean integrales porque aportan más fibra y nutrientes. Nunca deben tomarse en la cena.

¿Puedo comer tarta?

En mi cumpleaños

Esporádicamente

Está prohibida

Siempre deben tomarse porciones pequeñas porque los dulces tienen gran cantidad de carbohidratos.

¿Cuánto ejercicio físico me conviene hacer?

Al menos 30 minutos al día

Dos horas el fin de semana

Dos horas diarias

Andar, ir en bicicleta, nadar u otras actividades de esfuerzo sostenido son las más adecuadas porque no precisan de un consumo brusco de glucosa.

¿Qué hay que mirar en una etiqueta?

Hidratos de carbono por ración

Energía por 100 ml de producto

Proteínas totales

Hay que fijarse en esta cantidad y no solo en la de azúcares porque todos los hidratos de carbono elevan la glucemia.

¿Qué hago si me da una hipoglucemia?

Hidratarme

Tumbarme y esperar

Tomar 15 gr de carbohidratos

Tomar dos o tres terrones de azúcar o un refresco azucarado. Si la persona ha perdido la conciencia, no debe intentarse que coma ni beba nada.

¿Dónde se localizan las secuelas más graves de la diabetes?

En el sistema cardiovascular

En los ojos

En las extremidades inferiores

Una diabetes controlada reduce un 57% el riesgo de infarto, ictus o muerte por causa cardiovascular.

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Tienes que ponerte al día sobre la diabetes La falta de información sobre cómo manejarse con ella es determinante en la aparición de secuelas graves.

Estás cerca de conseguirlo Estás familiarizado con la diabetes, pero te fallan algunos conceptos clave que pueden tener una repercusión negativa en la evolución de la enfermedad.

Lo tienes bajo control Serías un paciente experto que podría convivir con la diabetes sorteando los efectos adversos que se asocian a un mal control de la enfermedad.

respuestas acertadas

Revisado por Domingo Orozco, médico de familia y vicerrector de Investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche

Un buen control de la diabetes aporta grandes beneficios a largo plazo. Pero, con frecuencia, este se descuida. “Para evitar el impacto emocional, a veces se dice: es solo un poco de azúcar. Ese enfoque tiene el inconveniente de que el paciente no toma las precauciones que debería”, señala Domingo Orozco. Los estudios científicos demuestran que la reducción del peso, la actividad física y la adherencia terapéutica durante los primeros años tras el diagnóstico tienen repercusión en la salud hasta dos décadas después. De hecho, la esperanza de vida de una persona con la enfermedad bien controlada es prácticamente igual a la del resto de la población. Según el doctor Gómez Peralta, “la mejora en el control glucémico mantenida durante cinco o diez años se traduce en una reducción tanto de la mortalidad como de los cuadros, sobre todo, cardiovasculares”.

Tan importante como detectar la diabetes cuanto antes, es tratarla mejor. Desde el descubrimiento de la insulina hace 100 años el tratamiento ha cambiado radicalmente, sobre todo en los últimos lustros. Los especialistas insisten en que la clave para mantenerla a raya está en cambiar el estilo de vida. “En eso hemos avanzado mucho porque ahora puede hacerse un abordaje nutricional personalizado y también prescribir una actividad física adaptada a cada paciente”, explica Gómez Peralta. Pero, en opinión del especialista del Hospital General de Segovia, el salto cualitativo reciente más relevante se ha producido en los tratamientos farmacológicos. “Son más eficaces y seguros. Además de ayudar a controlar los niveles de glucosa, aportan ventajas notables en la reducción de peso y en la tensión arterial, las dos comorbilidades más frecuentes en los pacientes con diabetes antes del diagnóstico”.

Dieta, ejercicio físico y adherencia terapéutica forman un trípode en el abordaje de la enfermedad.
Dieta, ejercicio físico y adherencia terapéutica forman un trípode en el abordaje de la enfermedad.iStockphoto

En este problema crónico de salud, con frecuencia, no aparecen síntomas, y eso no ayuda a seguir la pauta prescrita. Según las sociedades científicas, la mitad de los enfermos no toma la medicación de forma correcta. Una de las razones es que el tratamiento es preventivo y la importancia de tomar el medicamento corre el peligro de difuminarse. Si alguien tiene dolor de cabeza, toma el analgésico y el dolor desaparece. El beneficio es palpable. Sin embargo, explica Domingo Orozco, “cuando no hay síntomas, todo depende de la educación sanitaria del paciente, de que tenga buena formación, sepa qué es lo que toma y qué beneficios tiene”. Con los nuevos medicamentos ese peligro es menor porque, “al tener un beneficio adicional en la reducción de peso, el paciente es consciente del beneficio, lo que ayuda a la adherencia terapéutica”, precisa el vicerrector de la Universidad Miguel Hernández.

Dieta, ejercicio físico y adherencia terapéutica forman un trípode en el abordaje de la enfermedad. Los beneficios se multiplican cuando los tres funcionan y el trípode se tambalea si alguno falla. Para que el control sea óptimo, además de la ayuda de los profesionales que le atienden, el paciente dispone ahora de herramientas tecnológicas (aplicaciones de móvil, entre otras) muy útiles en el día a día. Para Domingo Orozco, han supuesto un avance fundamental. Lejos de deshumanizar la asistencia y de alejar al enfermo de los profesionales, “han permitido mejorar la comunicación y mantenerla más tiempo con el paciente y su familia”. La telemedicina ayuda a resolver dudas, facilita la resolución de problemas “y motiva al paciente y a su entorno para el autocuidado”.

El objetivo de los especialistas es integrar lo más posible a las personas con diabetes en la toma de decisiones sobre la enfermedad que les acompañará de por vida. Al fin y al cabo, la salud es su principal patrimonio y los más interesados en su gestión deben ser ellos mismos. De ahí que las asociaciones de pacientes jueguen un papel fundamental en la educación en salud. Muchos de los talleres que ofertan son impartidos por enfermos con habilidades de comunicación y voluntad de compartir su experiencia en el manejo de la enfermedad. Se conocen como “pacientes expertos” o “pacientes activos”. Parte del éxito en la prevención y el control de la pandemia de diabetes depende de ellos. Fernando Gómez Peralta considera que su aportación es tan importante que “deberían estar incluidos en la elaboración de las guías clínicas y en el diseño de los procesos asistenciales”.


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