¿Qué son las manchas negras que siempre hay en todas las aceras de España?

Seguro que más de una vez has ido caminando por la calle o estabas parado esperando a alguien y te has fijado en las manchas negras que se pueden encontrar en miles de aceras de España. Puede que te hayas preguntado qué son y por qué hay tantas… ¡Hemos venido a resolver todas tus dudas!

¿Qué son las manchas negras que hay en las aceras?

Las manchas que te encuentras en las aceras de las ciudades suelen ser de color negro, pero lo cierto es que gran parte de ellas son chicles, que después de haberlos limpiado, han dejado una mancha en la acera.

La base de los chicles es una resina que normalmente se extrae de manera natural de un árbol llamado Zapote. Este árbol es originario de algunas zonas tropicales de América y se extrae como un líquido que después se mezcla con otros componentes para crear lo que entendemos como chicle. Estos parecen totalmente inofensivos y mucha gente los consume, pero sus componentes manchan las calles de las ciudades.

Cuando alguien tira un chicle en la calle, este se acaba ensuciando y quedando negro, se pueden encontrar varios en las aceras si te fijas. Aún con ello, aunque estos se retiren, pueden dejar marcas visibles en el suelo y estas manchas son resistentes a los productos que se usan para limpiar las aceras.

Los chicles, un dolor de cabeza para las ciudades

No son pocos los ayuntamientos que intentan concienciar a sus ciudadanos para poder mantener las calles limpias, pero muchas veces no se acaba de conseguir un buen resultado. Es común encontrar las calles en peor estado en grandes ciudades, donde se acumula mucha gente y con ello, mayor suciedad.

El caso de los chicles resulta complicado, muchos los consumen y aunque solo unos pocos opten por tirarlos al suelo cuando ya no quieren masticar, estos dejan las molestas manchas negras que encontramos en las aceras. Además, es importante tener en cuenta que por sus ingredientes, cuando tiramos un chicle masticado al suelo este empieza a solidificarse y se crea en un material muy duro y difícil de retirar.

Con el tiempo acaba descomponiéndose, pero pueden pasar hasta cinco años y aún después dejaría una marca en la acera que duraría mucho más. Esto supone un dolor de cabeza para muchos países, que intentan mantener sus calles en el mejor estado, pero tienen que lidiar con estas manchas.

La solución alternativa de un artista en Londres

En 2003, Reino Unido quiso concienciar a sus ciudadanos sobre el malestar que suponía el estado de sus calles. Entre todos los datos y según recoge el diario As, en la calle principal había hasta 300.000 manchas de chicle.

De este comunicado salió una curiosa acción. El artista Ben Wilson cambió algunas de las manchas con pinturas coloridas en miniatura. Por ello, ahora se pueden encontrar pequeñas obras de arte donde antes solo había estas molestas manchas de chicles en el suelo. Tal vez los ciudadanos se animen a no tirar más chicles al suelo cuando vean estas coloridas obras que recuerdan la importancia de mantener la ciudad. El artista aplica color, calor y hasta protege las obras para que resistan al paso del tiempo y a las condiciones climáticas de exterior.

 


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