Ya has oído hablar infinidad de veces sobre las patas de gallo. Nos referimos a aquellas arrugas que salen en el contorno de los ojos por el paso del tiempo. Estas líneas de expresión son inevitables pero sí podemos hacer algunas cosas; por un lado, reducirlas y por otro, también prevenir una gran parte de ellas.
Conviene establecer una serie de hábitos para lucir un rostro más vivo y más joven. Las patas de gallo suelen ofrecer un aspecto cansado porque están en una zona, la mirada, que es básica en nuestras relaciones sociales. Con la mascarilla puesta aún se intensifican más porque es en lo que más nos fijamos actualmente en una persona.
Los años, las expresiones de la cara que usamos, una mala alimentación y unos malos hábitos intensifican estas líneas en el rostro como las patas de gallo que cada vez son mayores a medida que cumplimos años.
Causas de su aparición
Se llaman así porque las arruguitas se parecen a las patas de los gallos literalmente y por esto afean nuestra mirada y esta parte del rostro.
Luz solar
Una de las causas de la aparición de estas señas del contorno de ojos esta relacionada con la exposición de la luz solar que suele reducir el colágeno de la piel y entonces aparecen muchas más arrugas y manchas. Hay que evitar esta sobreexposición y aplicarnos crema solar por todo el cuerpo especialmente en el rostro, al ser una zona extremadamente sensible.
Edad
Con el paso del tiempo también se reduce la capacidad de elaborar colágeno y humedad y esto genera la aparición de estos signos de expresión.
Tabaco y otros
Los malos hábitos en general también fomentan la aparición de las temidas patas de gallo. Fumar, beber alcohol, no hacer deporte, comer menos sano son factores que incrementan las arrugas, manchas y otros en nuestra piel.
¿A qué edad surgen las patas de gallo?
No hay una edad específica, pueden salir a partir de los 25, a los 30 y ya hacia más adelante. De ahí la importancia de cuidar el rostro mucho antes para evitar posibles problemas antes de que ya sea demasiado tarde.
Cómo prevenir y reducir las patas de gallo
Cremas hidratantes
Es el momento, sea a los 25 o a los 30 años de aplicar las primeras cremas hidratantes por el rostro. Hay zonas más sensibles que otras como los ojos o los labios. Así que aplícate el cuento y empieza con una crema básica que pueda ir bien con tu tipo de piel.
Mayor aporte de vitaminas
Sea con alimentos o bien con productos cosméticos, tu piel necesita renovarse y nada mejor que con vitaminas. Las vitaminas C y E van bien para reducir estas pequeñas arrugas que no nos gustan.
Usar cremas de contorno de ojos
Hay un buen séquito de ellas en el mercado. Son totalmente recomendables usarlas cada día porque nos dará luz en la mirada y también podrá corregir ojeras y bolsas que pueden salir cuando estemos más cansadas. Como la piel de esta zona es muy frágil, es importante usar y aplicar un producto que se específico para esta área.
Correctores
Aunque estos correctores sirven para tapar las ojeras y otras manchas, suelen aplicarse sobre todo en el contorno de ojos y también se usan para disimular las patas de gallo. Hay que tener cuidado en cómo lo ponemos para que no queden grumos o se vean rayas superpuestas, así que pregunta antes de adquirir el que sea adecuado para ti.
Tratamientos estéticos
El botox o el láser pueden acabar con las arrugas de esta zona, al menos las pueden disimular si son muy acusadas. También hay otros tratamientos estéticos que te puede recomendar tu centro.