¿Mantiene el ser un humano una posición privilegiada en el Universo? Podemos pensar rápidamente que así es, pero esto no lo tenía Nicolás Copérnico, uno de los astrónomos y pensadores más destacados de la historia que nos dejó su teoría heliocéntrica sobre el sistema solar. Lo cierto es que la Tierra no tiene nada de especial según el artículo escrito por J. Richard Gott II, «Implicaciones del principio de Copérnico para nuestro futuro», escrito para la revista Nature en 1993.
En base a esto, Richard Gott II estimó que la longevidad de nuestra especie en la Tierra será de entre 205.100 y 8 millones de años. Además, según este, jamás colonizaremos un planeta, por lo que la vida de la especie humana se esfumará sin más pena ni gloria dentro de muchos años.
Nuestro planeta, pequeño, orbitando una estrella normal dentro del Universo, tiene poco o casi nada de especial, por lo que es fácil estimar la duración de diferentes eventos que nos hagan pensar cuánto durará la especie humana en el planeta.
5.000 años más
En un artículo recientemente publicado por Alberto Ibort, catedrático de Matemáticas Aplicadas en la Universidad Carlos III de Madrid, para el periódico El País, se atreve en dar una estimación de lo que le queda al hombre hasta que la especie deje de existir.
Según este, 5.000 años más aguantará la especie humana sobre la Tierra, y haciendo caso a Gott II, será el final de nuestro tiempo, ya que será improbable, o poco probable, que el ser humano colonice otros planetas similares para su supervivencia.
Resulta complicado pensar que en 5.000 años más de la raza humana en la Tierra, no seremos capaces de descubrir otros planetas similares al nuestro que nos ayuden a perpetuar la especie más lejos de nuestro sistema.
Haciendo caso a la teoría de Ibort, hay que partir de la base de que un acontecimiento es observado con una duración definida en un intervalo temporal determinado por el tiempo inicial y el tiempo final. Si hacemos una observación en el momento de ‘ahora’, este tiempo ocupará un espacio aleatorio.
Según el matemático, la fórmula sería: 1/39 t(pasado) < t(futuro) < 39 t(pasado), sería la siguiente: t(pasado) = t(ahora) – t(inicial) es el tiempo que ha transcurrido desde el inicio del evento y t(futuro) = t(final) – t(ahora) es el tiempo que queda hasta el final.
Con este argumento, Ibort determina que los humanos estaremos presentes en la Tierra, al menos, 5.100 años más. Ante esto, también se puede calcular la población mundial que existirían que se situaría entre los 1.800 millones y los 2,7 billones de seres humanos.
En esto resultados se imponen algunas restricciones sobre la evolución de la población humana que serían compatibles escenarios donde la población creciera rápidamente y luego se extinguiera súbitamente.
Por último, el profesor Ibort de la Universidad Carlos III de Madrid, hace hincapié en el argumento de Richard Got II en su incidencia sobre las evidencias de perpetuidad de la raza humana sobre la Tierra: «nuestra civilización debe tener un cuidado extraordinario con sus actos en el futuro inmediato si queremos garantizar nuestra supervivencia».
Un punto en el espacio
Lo cierto es que el ser un humano ocupa un espacio minúsculo en el espacio y el tiempo y, aunque podamos calcular que nuestra raza vivirá más de 5.000 años, en términos relativos no sería mucho tiempo y sería una extinción relativamente «rápida».
Si miramos la huella del hombre a través de la historia descubrimos que, en términos cronológicos, prácticamente no hemos hecho nada, y apenas ocupamos un simple suspiro en la historia de la Tierra. Si imaginamos toda la historia del universo, desde la creación del big bang hasta nuestros días, y lo comprimimos en un año, las muestras del primer homo sapiens estarían situadas alrededor del 30 de diciembre. Se supone que nuestra especie no nacería hasta veinte segundos antes de llegar a las 00:00 horas del 31 de diciembre. Básicamente, nuestra historia, la del hombre, 1 día y 20 segundos en una muestra de 365 días.
A esto hay que unirle que la raza humana es posiblemente una de las especies más «nuevas» que existen en el planeta, y solo somos una especie más de las miles que existen en la Tierra.
Atendiendo a esto y a las diferentes extinciones que se han vivido a lo largo de la historia de la Tierra, la raza humana también será víctima de una extinción masiva que, según muchos biólogos, será la sexta extinción y que tendrá su origen con el cambio climático y sucedería dentro de, aproximadamente, treinta años.
Datos pocos esperanzadores para la raza humana que ha vivido un 2020 para olvidar y que da pie a pensar en la posible y efímera vida de la raza humana en los próximos miles de años en la extensión de la Tierra. Si a esto le sumamos, que no ocupamos un espacio privilegiado en el cosmos, pues solo nos queda disfrutar de lo vivido.
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