Pocas horas después de hacer historia en el Santiago Bernabéu Mikel
Oyarzabal fue incapaz de describir lo que sintió con la machada: ”No sé ni cómo definirlo”, comenzó dubitativo. Tras resoplar, volvió a intentarlo: “Lo vivimos como lo vivió la gente en el campo y en sus casas, un día especial, muy bonito y de mucha felicidad porque no es nada fácil lo que hemos conseguido”. Su gen competitivo no le deja saborear unas horas más la victoria: “Ya estamos concentrados porque el domingo viene otro día especial”, dijo.
El tipo de partido que se dio en Chamartín hace que la gesta sea todavía más grande: “Es más emocionante e histórico por cómo se dio el partido y hay que darle mucho valor”, añadió el eibarrés. No quiso dar más detalles de la celebración cuando se le preguntó por los abrazos y golpes de pecho de Imanol, que también están de vuelta: ”La celebración fue acorde a lo que conseguimos, vino mucha gente de Donosti y para eso nosotros es importante, lo que pasó dentro del vestuario ya lo visteis vosotros”, esbozó una sonrisa el ayer capitán.
Precisamente, para la afición, también tuvo otro mensaje: “Sólo podemos agradecerles todo el apoyo porque jugar con o sin ellos se nota muchísimo”, dijo. Quiso hacer hincapié en el ambiente que se genera en Anoeta: “Jugar en casa nos da un plus, lo notamos, y el domingo queremos sentir su apoyo más que nunca. Estamos agradecidos por todo, queremos seguir dando alegrías a la afición”, remarcó.
La Real se medirá al Mirandés en semifinales, un equipo que “no está aquí de casualidad”. Llegados a este punto “no había eliminatoria fácil, además, han tumbado a tres equipos grandes de Primera”, avisó. En todo caso, Oyarzabal cree en la final: “Confiamos en nosotros mismos, estamos en buen momento y tenemos que seguir disfrutando sin menospreciar a nadie. Respetamos mucho al Mirandés”, piensa.
Con ganas de domingo
Sin tiempo ni siqueira para asimilar lo conseguido, llega a Anoeta uno de los partidos más importantes del año: ”Va a ser un partido difícil porque ya sabemos como juegan ellos, se lo ponen complicado a todos los equipos, pero nosotros tenemos que hacer lo nuestro como se demostró ayer”, apostilló.
Oyarzabal tiene clavado el 2-0 de la ida en San Mamés: “Nunca gusta perder y allí quizá hicimos uno de los peores partidos de la temporada”. El ‘10’ piensa que “se nos juntó un poco todo, no hicimos nuestro partido y estuvo todo condicionado por eso”, declaró.
Más allá del derbi, el domingo la Real puede seguir haciendo historia. Como capitán, quiso mandar ánimos a las chicas para superar al Barcelona en la Supercopa: “Desde aquí quiero mandar todo mi apoyo a las chicas, están a las puertas de hacer algo histórico así que primero que ganen ellas y luego nosotros”, deseó. Aunque el desplazamiento no parezca masivo, “tienen todo el ánimo de Donosti, estamos con ellas y seguro que dejan a la Real bien alto”, añadió.
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