¿Quién es Rodrigo Vallejo Mora, el tres veces detenido? (Perfil)

Esta es la tercera ocasión en que es detenido -aunque la segunda fue sólo en calidad de presentado- y es señalado de tener vínculos con el crimen organizado.

Por tercera ocasión en menos de 5 años, Rodrigo Vallejo, hijo del exgobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, fue detenido el sábado por agentes de la Fiscalía General de la República.

Se cumplimentó la orden de aprehensión en su contra para ser procesado por su probable responsabilidad del delito de delincuencia organizada, por lo que fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social Número 12 en Guanajuato.

El Gerber salió de la prisión del Altiplano en abril del 2015, luego de que un juez federal le fijara una fianza de siete mil pesos y le permitió llevar a cabo su proceso penal en libertad provisional.

En agosto del 2014, Vallejo Mora fue internado en el penal de Santiaguito en el Estado de México, acusado de encubrimiento, luego de que se hizo público un vídeo donde dialogaba con Servando Gómez Martínez La Tuta, jefe del Cartel de los Caballeros Templarios.

Aquí  un perfil del tres veces detenido, aunque la segunda ocasión fue sólo en calidad de presentado, en junio 2015:

Rodrigo Vallejo Mora es el menor de los hijos del matrimonio que formó el último gobernador del PRI en Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa con Patricia Mora.

Rodrigo Vallejo fue un niño mimado que sufrió bulling en el Instituto Valladolid, un colegio de educación marista en donde cursó la primaria y la secundaria. De pequeño era la burla de sus compañeros, en parte por su aspecto físico (con sobrepeso), en parte por su carácter retraído.

Tampoco fue un alumno brillante, aunque sus ex maestros reconocen que poseía un especial gusto por las matemáticas y “un extraño sentido del humor”.

En sus estudios universitarios de relaciones internacionales que cursó en la Universidad Latina de América (UNLA) , tampoco sobresalió y como recién egresado consiguió pronto un trabajo en la Secretaria de Desarrollo Económico (SEDECO), bajo recomendación de su padre, el ex gobernador Fausto Vallejo Figueroa, quien lo colocó como burócrata en la dirección de oferta exportable, pero con sueldo de jefe de departamento, de más de 15 mil pesos.

Algunos de sus ex compañeros lo recuerdan como “simpático, pero temido”, y como el empleado que “nunca iba, pero si cobraba”.

Sus contemporáneos de universidad se refieren a él como “alguien más bien arrogante, que lo único que tenía era mucho dinero y mucho vino, pero también muy vengativo”.

Su hermano mayor, Fausto Vallejo, aseguran, era quien ideaba en los años universitarios, las grandes fiestas en los antros y también el uso y exceso de la violencia cuando alguien los molestaba.

“Los hijos de Fausto” se convirtieron en leyenda y se hicieron respetar por las buenas y por las malas. Desde jóvenes conducían autos BMW importados e invitaban a quien se encontraran a trasnochar y beber. También amenazaban y presionaban a maestros y compañeros y los hermanos Vallejo poco asistían a clases.

Luego, se harían leyenda algunas anécdotas como la de cuando Rodrigo encerró a todo el personal y a clientes de un bar que compró, “administraba” y usaba como centro de operaciones en la zona sur de la ciudad Morelia.

Era un viernes de primavera y Rodrigo Vallejo llegó ya entonado, cuentan. Ordenó inmediatamente a sus empleados cerrar las puertas del lugar y que nadie saliera ni entrará, cuando apenas pasaban las 12 de la noche.

Se emborrachó hasta quedar tirado y obligó a los presentes a beber y a cantar con él hasta casi el amanecer pistola en mano, custodiado además por un grupo de hombres armados.

Algunas mujeres lloraron y a todos les fue arrebatado el celular.

Otro día y cuando aún tenía cuenta de Facebook, Rodrigo Vallejo colocó una tarde de junio de 2013 un comentario extraño, cuando recién se daba a conocer la noticia de que habían baleado a un grupo de hombres en el periférico de la ciudad: “son los cuates de la catedral, jajajajjaja”

“La catedral” hacía referencia presuntamente a “Los Caballeros Templarios”, que para ese entonces se habían convertido en sus socios, amigos y guaruras.

Después de sus dos detenciones judiciales la lista de sus “amigos” de Facebook, Rodrigo pasó de más de mil 200 a solo cuatro, antes del cierre definitivo de su cuenta.

Otro tema de cotilleo entre quienes lo conocen de cerca es el día en que propinó a sus sobrinos una brutal golpiza y los amenazó de muerte, luego de haber protagonizado un escándalo a golpes y alcoholizados en medio de una boda con su hermano Fausto.

A últimas fechas y con poco más 35 años de edad, Rodrigo Vallejo, se paseaba por los cafés Starbucks de la ciudad, enfundado en un ropa holgada y tenis, a veces custodiado a corta distancia por uno o dos hombres serios y armados, y con varios kilos de menos que le hacían lucir en forma.

(Con información de Dalia Martínez / Michoacán)




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