Corría el año 1992 cuando la UEFA, cansada del formato de la Copa de Europa, decidió renovar la competición y la denominó Champions League, nombre con la que la conocemos hoy en día.
La máxima competición del continente europeo cambió para siempre y quien puso el primer ladrillo para construir el gran torneo que es actualmente fue Daniel Amokachi. ¿Os suena?
Este delantero nigeriano marcó el primer gol de la Champions en un partido que enfrentaba al Brujas contra el CSKA de Moscú. Además de entrar en la historia por estrenar el casillero de la competición, su gol sirvió para que los belgas se llevaran el triunfo por 1-0.
No era muy habitual ver a un jugador nigeriano jugar en Europa en aquella época, pero su excelente Copa de África en 1990 llamó la atención del Brujas, donde jugó 5 temporadas logrando 35 goles. Más tarde ficharía por el Everton, donde disminuyó su número de goles, pero ganó la FA CUP siendo clave al marcar dos tantos en las semifinales contra el Tottenham.
Tras su aventura inglesa provó suerte en el Besiktas turco, donde pondría punto y fin a su carrera por problemas físicos. Pero no podemos entender la historia de Amokachi sin explicar su paso por la selección nigeriana.
Dos Mundiales y unos Juegos Olímpicos
El de la Champions no fue el único gol importante que marcó Amokachi. También fue figura esencial en la selección nigeriana de la década de los 90. Participó en dos Mundiales, en el de 1994 de Estados Unidos (dos goles) y en el de Francia 98 (se lesionó tras el primer partido).
Pero donde realmente sele recuerda es en las Olimpiadas de Atlanta 96. Allí formó una delantera letal junto Amunike y ambos destrozaron por 3-2 a la Argentina de Crespo, Zanetti, Claudio López, Ayala o el ‘Burrito’ Ortega para llevarse la medalla de oro.