Quién gana y quién pierde en el campeonato sudamericano de la economía en medio de la pandemia

Quién gana y quién pierde en el campeonato sudamericano de la economía en medio de la pandemia

Los principales organismos internacionales advierten que la pandemia de coronavirus podría derivar en una de las recesiones más profundas de la historia mundial reciente. Los últimos informes del Banco Mundial y de la OCDE prevén para la Argentina una fuerte contracción, con caídas del PBI de entre el 7,3% (BM) y el 8,25% o 10% (OCDE), en el eventual caso de que el país sufriera un segundo brote de coronavirus. Por ahora, el estimador mensual de actividad económica (EMAE) del Indec señala para marzo una caída interanual de 11,5%  y de 9,8% con respecto a febrero. Por otra parte, como resultado de la cuarentena, la inflación en mayo fue de sólo 1,5%.

Las proyecciones internacionales son poco alentadoras aunque todavía es temprano para dimensionar el impacto económico en la región, recientemente convertida en el nuevo epicentro de la pandemia. Sin embargo, algunos países parecerían estar atravesando mejor la crisis. ¿Qué dicen sus indicadores económicos?

Inflación

Excepto por la Argentina y Venezuela, en lo que va de 2020 la mayoría de los países de la región mantiene la inflación controlada por debajo del 2%. De hecho, salvo Perú (0,20%) y Uruguay (0,57%) todos cerraron mayo con tasas negativas: Bolivia (-0,02%); Brasil (-0,38%); Chile (-0,1%)Colombia (-0,32%); Ecuador (-0,26%) y Paraguay (-0,6%).

Por ahora, además, la inflación acumulada en los primeros meses del año es consistente con las metas fijadas por esos países, la mayoría en el rango de entre 1% y 3%: Chile (1,3%); Colombia (1,5%); Ecuador (1,01%) y Perú (1,15%). De este grupo, Uruguay registra el índice más alto con 6,77%, cerca del techo de 7% establecido por el banco central uruguayo.  


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MÓNICA&nbspVALLEJOS

Otros  países, en cambio, están comenzando a tener problemas de deflación. El caso más claro es Brasil, que en el mes pasado registró la caída de precios más profunda de los últimos 40 años (-0,38%), motorizada fundamentalmente por un desplome de la nafta, el transporte (especialmente los pasajes aéreos) y alimentos, según señaló el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IGBE). Los últimos datos consolidan una tendencia a la baja que ya acumula un -0,16% entre enero y mayo, mientras se sigue escapando la meta oficial del 4%.

En Paraguay, algunos sectores está empezando a pedir que el banco central revise a la baja sus objetivos (4% desde 2017) porque ya quedaron totalmente desactualizados: la inflación anual de 2019 fue apenas de 2,8%. Y parece que este año Paraguay seguirá la misma tendencia: hasta mayo registra una inflación de -0,4%.

Bolivia, también cerró su índice de Precios al Consumidor de mayo en tasas negativas y el acumulado en los primeros cinco meses del año es de apenas 0,42%, según el Instituto Nacional de Estadística. Muy lejos de las proyecciones del 3,4% del Programa Financiero Fiscal 2020 presentando por el Ministerio de Economía, el de Planificación del Desarrollo y el banco central.

Del otro lado, Venezuela terminó mayo con 38,6% luego de que se dispararan los precios en el marco de las medidas de restricción para contener la pandemia de coronavirus. En el acumulado de 2020, la inflación escaló hasta un impresionante 295,9% según datos del banco central venezolano.

PBI y actividad económica

Justo cuando algunos países estaban comenzando a repuntar luego de un 2019 complejo y marcado por las protestas sociales en Chile, Ecuador, Colombia y Bolivia –sumida, además, en una crisis política tras la salida del expresidente Evo Morales del gobierno–, llegó a la región la pandemia de Covid-19.  

Aunque todavía es difícil medir las secuelas económicas reales que tiene la crisis sanitaria en Sudamérica, a mediados de marzo varios países comenzaron a aplicar, con mayor o menor grado de apertura, medidas de restricción para contener el avance del coronavirus. Por lo tanto, si bien la mayoría de los datos de la actividad económica corresponden al primer trimestre de 2020, sirven como indicio de lo que se puede esperar para el período abril-junio, hasta ahora el momento de mayor impacto de la pandemia.  

Por ejemplo, uno de los últimos datos actualizados, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de Chile, arroja una caída del 8,7% entre abril y marzo (-3,1%), y un desplome interanual del 14,1% respecto a abril de 2019. En el acumulado del primer trimestre el país trasandino tuvo un leve crecimiento del 0,4%, aunque el Banco Central de Chile calculó una retracción del 2,5% este año, su peor nivel desde 1983

Luego de revisar en abril su informe Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo Monetario Internacional proyectó para la región una contracción del 5,2% –muy por debajo del 3% del promedio mundial– motivada fundamentalmente por una caída de la demanda, de los precios de las commodities y dificultades para acceder al financiamiento externo. La semana pasada, el Banco Mundial (BM) fue todavía más pesimista para con la región: pronostica una retracción del 7,2%, mientras calcula una caída promedio del 5,2% a nivel global.

Perú será el país con el peor desempeño económico este año (-12%), según los números del BM, que previo a la pandemia le auguraba un crecimiento del 3%. En marzo, la actividad terminó con una racha de 127 meses de expansión ininterrumpida y se desplomó un 16,36%, como resultado de un menor dinamismo de la demanda interna y una disminución de las exportaciones. En el acumulado del primer trimestre la producción nacional peruana cayó un 3,39%.

Otro país que experimentará un retroceso severo será Brasil: el BM prevé un desplome del 8% de su PBI, mientras la OCDE estima que la caída será del 7,4%, aunque podría agravarse (9,1%) en el caso de que hubiera una segunda ola de coronavirus a fines de 2020. Por ahora, los datos del IBGE para el primer trimestre señalan una caída del 0,3% (y 1,5% con respecto al último período de 2019), como consecuencia del coronavirus y las medidas de restricción social, boicoteadas por el presidente Jair Bolsonaro. La actividad industrial se hundió un 18,8% en abril (frente al -9% del mes anterior), mientras que en marzo los servicios –que involucran cerca del 60% del PBI brasileño– y el comercio tuvieron bajas del 6,9% y 2,5% respectivamente.

Ecuador será otro de los grandes perdedores este año, con una retracción del 7,4% proyectada por el BM. Por su parte, el Banco Central de Ecuador estimó recientemente que la caída del PBI este año será entre el 7,3% y el 9,6%.

Ya por debajo del promedio que estima el BM para América latina y el Caribe, se ubican Paraguay (-2,8%); Uruguay (-3,7%); Chile (-4,3%); Colombia (-4,9%); y Bolivia (-5,9%).

Tipo de cambio

Marzo fue probablemente el peor mes en mucho tiempo para las monedas sudamericanas –especialmente para el real, el peso colombiano y el chileno, pero en las últimas semanas, la mayoría han empezado a dar signos de recuperación a medida que algunos países están empezando a salir progresivamente de la cuarentena y los bancos centrales vierten liquidez al sistema, en el marco de una menor volatilidad global.

El real brasileño (que llegó a depreciarse un 31%) tuvo una recuperación de casi 17% desde el 15 de mayo, según señala Bloomberg. El peso chileno –que se vio beneficiado por las nuevas subas en el precio del cobre– recuperó terreno hasta alcanzar una devaluación del  2% en lo que va del año.

El peso colombiano también está recuperando su mejor nivel en los últimos tres meses, impulsado también  por las expectativas de ingreso de dólares al país provenientes de la reciente emisión de bonos por u$s 2500 millones a principios de junio.

Desempleo 

A priori, aunque no todos los países han actualizado sus cifras, Colombia ha sido hasta ahora el más afectado por el desempleo: en abril, la desocupación urbana alcanzó un histórico 23,5% (o 4.08 millones de personas) y el gobierno está analizando la posibilidad de que las personas puedan hacer retiros parciales de sus ahorros pensionales, en medio de la crisis económica que atraviesa por la pandemia, según reveló el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

En Brasil, por otra parte, las solicitudes de seguros por desempleo subieron en mayo a un máximo histórico de 960.258 según números del Ministerio de Economía. Se trata de un incremento de 53% respecto a igual mes del año pasado, y es el mayor avance desde que empezaron a tomarse estos registros hace 20 años. La cifra total de desocupados en los primeros cinco meses del año llega a 3.3 millones, indicó el gobierno. El gigante sudamericano acumula una tasa de desempleo del 12,2% entre enero y marzo.

En Chile, el desempleo subió un 9% entre febrero y abril, y se mantiene en sus niveles más altos en una década impulsado por el impacto del coronavirus en la economía.  Los desocupados uruguayos en marzo llegaron al 10,1% y Perú registró un 7,8% de desempleo en el primer trimestre.


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