En España el alquiler exprime el presupuesto de muchas familias. De los 3,3 millones de hogares que viven en este régimen, según el INE, el 40% dedicaba en 2019 más de lo aconsejable al pago de la renta (un 30% de sus ingresos). Y el esfuerzo es doble para familias con hijos y en grandes ciudades.
Para ilustrar esas diferencias, el mapa elaborado por EL PAÍS permite elegir los ingresos mensuales de una familia y el tamaño del piso que quiere, para que se iluminen las zonas donde puede alquilar un piso barato de esa sección censal. Para estimar el precio de los alquileres nos apoyamos en dos fuentes, el índice de precios del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y la información que nos ha cedido la empresa urbanData Analytics, tal y como explica la metodología al final de este texto.
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% de ingresos para alquilar un piso barato
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España ha sido un país de propietarios. Viven de alquiler el 25% de las personas, incluido un 6% de gente que vive en casas cedidas —a menudo por un familiar—, según Eurostat. Es una cifra inferior a la media europea (31%) y alejada de Suecia (35%), Francia (36%), Dinamarca (41%) o Alemania (50%). No obstante, desde 2010 la tendencia es que cada vez más españoles vivan de alquiler.
Son hogares de todo tipo, pero sobre todo parejas jóvenes (608.000) y con niños (866.000), según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Los segundos sufren más para pagar el alquiler: un 38% de los hogares con tres menores pagan demasiado, frente al 28% de las parejas sin hijos. El esfuerzo es todavía peor para las parejas mayores de 65 años, aunque son pocas, porque el 90% de esos hogares tienen una casa en propiedad.
Pero los hogares que pasan más apuros para pagar la rentas son aquellos con un único adulto. En España hay 180.000 hogares monoparentales alquilados, casi siempre madres, y el 58% hace un esfuerzo excesivo para pagar la renta. Hay mucha gente en situaciones límite, como las 23.000 madres solteras que ven esfumarse el 60% de sus ingresos en el alquiler.
Diferencias geográficas
Cuatro de cada diez hogares alquilados están en Cataluña y Madrid. En esas comunidades, como en Baleares y Canarias, más del 20% de la gente vive en pisos arrendados. En el otro extremo aparecen Andalucía (13%), Galicia (11%) y Extremadura (9%).
En todas las comunidades el hogar mediano (el valor central si se ordenan todos los datos) tiene que dedicar un 20% o más de sus ingresos al pago del alquiler. En Madrid esa cifra alcanza el 30% y en Cataluña el 27%. La presión también es elevada en el País Vasco (30%), aunque allí solo vive de alquiler el 15% de la gente, según la última Encuesta de Condiciones de Vida, que se hizo en 2019.
La presión del alquiler se redobla en algunas ciudades. Pensemos, por ejemplo, en una pareja con hijos que tenga unos ingresos en la mediana española: 1.799 euros mensuales. Esa familia deberá dedicar alrededor del 23% de sus ingresos para alquilar un piso típico de 80 metros en Cuenca, mientras que en Sevilla necesitaría un 37% y en Madrid un 58%.
Como muestra la última tabla, los alquileres más caros se pagan donde uno esperaría: en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, en sus alrededores, y en algunas localidades de costa, como Ibiza, Palma o Málaga.
Metodología
Mapa. Los precios los estimamos con datos del índice del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y de la empresa urbanData Analytics, que recopila información actualizada de decenas de fuentes e indicadores inmobiliarios. El proceso es el siguiente:
1. El dato de partida del mapa son los precio del metro cuadrado de los alquileres de pisos en cada sección censal, en 2018, según el índice del ministerio. Usamos el precio del 25% de casas más baratas de la sección, como indicador de accesibilidad.
2. Luego hemos ampliado esos datos con la información de urbanData a nivel distrito, con dos propósitos: (1) promediar los valores de 2018 de ambas fuentes, que no coinciden exactamente, y (2) actualizar los precios de 2018 a 2021. Para lograr eso, primero hemos calculado el precio promedio de cada distrito en 2018; para después calcular el incremento de los precios desde esa media hasta el valor de urbanData de 2021. Ese incremento —del distrito— lo usamos de multiplicador, para subir o bajar porcentualmente el precio del punto 1, el de los pisos baratos de cada sección de 2018.
Hemos descartado las secciones de municipios de menos de 50.000 habitantes y de distritos donde el ministerio tiene información de menos de 100 pisos.
Gráficos 1 y 2. Los datos de familias alquiladas y de su presión con el pago del alquiler los hemos calculado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida 2020 que publica el INE, que describe la situación de 15.000 hogares en 2019. La presión la hemos calculado como el porcentaje del total de ingresos netos del hogar que se dedican al pago del alquiler. Entre los hogares que viven de alquiler no incluimos aquellos que viven en una vivienda cedida, por la que no pagan nada, pero sí incluimos a los que pagan rentas inferiores al precio de mercado.
Gráfico 3. El tercer gráfico usa datos de las dos fuentes anteriores: los ingresos de las familias tipo provienen de la Encuesta de Condiciones de Vida 2020; el precio de los alquileres típicos a pagar en cada ciudad los tomamos del índice del Ministerio de Transportes. Las cifras de presión salen del cruce de ambas cifras.
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