Hacer dieta no es fácil. Pero mucho menos aquellas que no dan una garantía y no están avaladas por médicos y nutricionistas. Si quieres hacer dieta, mira bien las recomendadas por la ciencia o los profesionales. Pues te evitarás muchos dolores de cabeza, tener que empezar varias veces y problemas de salud.
Ahora bien aún con estos alimentos y planes saludables debes tener paciencia y ganas. Y complementarlo con ejercicio físico.
Dieta mediterránea
Como no, nuestra dieta mediterránea está avalada en muchos estudios internacionales. Es rica, variada, y con múltiples alimentos que tenemos todos en nuestra tierra. Son alimentos de temporada y no pueden faltar las hortalizas, las frutas, las verduras, los pescados, los cereales, los lácteos, el vino y la carne, aunque en menor medida.
Una de las sus ventajas es que se centra en aquellos alimentos de origen vegetal pero que tiene gran variedad de alimentos que unidos entre sí forman parte de una dieta equilibrada. Ademas, el uso de aceite de oliva para cocinar es totalmente imprescindible.
Dieta DASH
Quiere decir Dietary Approaches to Stop Hypertension o enfoque dietario para detener la hipertensión, y se basa en las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón (AHA). De igual forma que la mediterránea prioriza alimentos tales como la fruta o las verduras mientras que aconseja dejar de lado las carnes rojas o el sodio.
Las diferencias con la anterior radican en aumentar el consumo de grasas monoinsaturadas y dejar más de lado los lácteos.
La dieta atlántica
Como la anterior, también se parece a la dieta mediterránea y también se busca una vida sana y preservar el corazón para no desarrollar otras enfermedades consecuencia de ello. Así aporta alimentos de temporada, locales, frescos y mínimamente procesados, con alimentos procedentes de vegetales, junto al consumo de pescados y mariscos frescos, congelados o en conserva, el consumo de leche y derivados lácteos, en especial quesos, el consumo de carne de cerdo, vacuno, caza y aves, el de vino, normalmente con las comidas, y en cantidades moderadas.
Esta dieta, dentro de la recomendadas por la ciencia, al ser tan rica en variedad de alimentos, además cuenta con gran cantidad de minerales que nos ayudan a controlar nuestra dieta y protegen nuestro sistema inmunológico.
Dieta baja en FODMAP
En sus siglas quiere decir: oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Agrupa alimentos sanos y se suele emplear en el tratamiento de patologías gastrointestinales, como el síndrome de inflamación intestinal.