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"¡Quiero el traspaso!" Una historia de peticiones de traspaso clásicas

"¡Quiero el traspaso!" Una historia de peticiones de traspaso clásicas

Era el mes de noviembre del año 1981, y Los Angeles Lakers de Magic Johnson venían de una decepcionante derrota en primera ronda en los Playoffs anteriores, después de haber logrado el anillo en 1980. A pesar de tener un correcto balance de 7-4 Magic estaba descontento, y una mañana se presentó en el despacho de Pat Riley.

“O despedís al entrenador, o me traspasáis”.

Sobre el papel no es que Magic tuviera demasiado poder en la mesa negociadora, pues acababa de firmar una extensión de contrato de 25 temporadas por 25 millones de dólares (era otra época y otro convenio colectivo), con lo cual poco o nada podía forzar él. Sin embargo, Magic era la estrella. Westhead fue despedido, y los Lakers volvieron a ganar el anillo esa misma temporada. Y aquel 20 de noviembre de 1981 en el que el entrenador se fue a la cola del paro nos dejó ya algo claro: las estrellas de la NBA siempre han jugado la carta del traspaso. Y casi siempre se han salido con la suya de una u otra manera.

Malas para la NBA… pero muy habituales

No, las peticiones de traspaso no son un invento moderno en la NBA. Hace poco era Austin Rivers quien declaraba que “son malas para la NBA”, y seguramente no le falte razón, pero la liga lleva sobreviviendo décadas sin que parezca afectar demasiado.

Tenemos solicitudes de traspaso clásicas, como la de Earl Monroe, quien pidió a los Baltimore Bullets ser traspasado a los New York Knicks en mitad de la temporada en 1972. A la hora de hablar de peticiones de traspaso clásicas tenemos que tener en cuenta que la agencia libre no existió tal y como la conocemos ahora hasta 1988, y hasta ese momento solo se podía cambiar de equipo por medio de traspasos, lo cual nos puede servir para entender algunos movimientos como el de Monroe o alguno de los que mencionaremos más tarde.

Scottie Pippen y Dennis Rodman, al lado de Michael Jordan tuvieron también sus momentos de petición de traspaso

Otras Fuentes

Hay otras que nos hacen pensar en el “qué podría haber pasado”, y en el caso de Olajuwon es para mal. Porque Hakeem pidió el traspaso en 1992 a los Houston Rockets por desavenencias después de sufrir una lesión y no querer regresar cuando se lo indicaron los médicos, algo que en la franquicia se tomaron como una táctica negociadora de cara a un nuevo contrato. Los Rockets no aceptaron la petición y seguidamente ganaron dos anillos.

Sí que tuvieron más suerte (con lo de que les concedieran el deseo, no con lo de ganar anillos) Charles Barkley, que pidió su salida de los Philadelphia 76ers a principios de los 90, Dennis Rodman, traspasado de Detroit a San Antonio, Clyde Drexler, cansado de los rumores de que los Blazers querían traspasarle a Miami (paradójico ahora), o Chris Webber, saliendo por la puerta de atrás de los Golden State Warriors rumbo a Washington después de chocar con su entrenador, Don Nelson. Todos ellos vieron cumplida su petición.

Puede que lo de ahora parezca demasiado, pero lo que siguió a continuación de los casos mencionados fue un verdadero boom a finales de los 90 y durante la década de los 2000. Empezando por Scottie Pippen, enfadado por lo poco que cobraba en Chicago en comparación a otras estrellas y terminando finalmente con un buen contrato en un sign-and-trade a Portland en enero de 1999.

La llegada de Pau Gasol convenció definitivamente a Kobe de quedarse en los Lakers

Otras Fuentes

Siguiendo por Shaquille O’Neal, que pidió ser traspasado en los Lakers en dos ocasiones distintas, en 2001 y en 2004, y después de estar cerca de Dallas y de Phoenix los Lakers lo enviaron a Miami. Con Vince Carter rompiendo el corazón a los fans de los Toronto Raptors pidiendo ser traspasado y llegando New Jersey en la 2004-05. Supuestamente Kevin Garnett también pidió finalmente que los Minnesota Timberwolves le enviasen a alguna franquicia decente en 2007, aunque depende a quién preguntes lo pidió o no. Allen Iverson demandando salir de los Philadelphia 76ers (2006-07). Jason Kidd en los New Jersey Nets (2007-08).

Y todo ello llegando a parar a la petición de traspaso más famosa de todas, aunque finalmente incumplida: la de Kobe Bryant en 2007, cansado de tirar de un equipo pobre, filtrándose vídeos en los que criticaba a la franquicia por no haber querido traspasar a Andrew Bynum por Jason Kidd. Harto, en general. El traspaso de Pau Gasol calmó las aguas.

“Quiero ir a los Lakers”

Kobe se quería marchar de los Lakers, pero normalmente el camino suele ser al contrario.

Se lo podemos preguntar, por ejemplo, a Wilt Chamberlain. Solo una temporada después de ganar el primer anillo de su carrera con los 76ers, Chamberlain pidió ser traspasado. Según el mítico Jack Ramsay, al principio Wilt les dio varias opciones, y dijo que quería irse a la costa Oeste: Seattle, Los Angeles o San Diego. Pero después cambió de idea. “Quiero ir a los Lakers”. Al parecer, además de lo que le atraía la costa Oeste, quería juntarse con la flor y nata de Hollywood. Y ese ha sido históricamente quizás el mayor punto fuerte de la franquicia desde que llegó a Los Angeles. El glamour que desprende.

Wilt Chamberlain pidió ser traspasado a los Lakers

En el caso de Kareem Abdul-Jabbar, su petición de traspaso a los Milwaukee Bucks llegó por “diferencias culturales”, según explicó el mismo jugador. No se sentía querido allí, no lo consideraba su casa, y se puede entender teniendo en cuenta especialmente los diferentes episodios de racismo que tuvo que sufrir. Curiosamente, en este caso los Lakers no eran el destino preferido inicialmente, sino que Kareem había dicho que prefería ir a los New York Knicks, a los Washington Bullets, o, ahora sí, a los Lakers, en ese orden.

Saltamos ahora unas décadas hasta llegar a 2011 y 2012, años en los que Dwight Howard se convirtió en Dwightmare pidiendo el traspaso a los Orlando Magic en un par de ocasiones. Los Lakers estaban en su lista de preferencias junto a los Nets y los Mavericks, y los angelinos se terminaron haciendo con él en agosto de 2012.

Howard pidió el traspaso a los Magic en un par de ocasiones

Getty Images

Quizás sea meterlo con calzador, porque lo suyo no fue un traspaso, pero años después llegaría LeBron James como agente libre, después de un lustro de mediocridad, para salvar de nuevo a la franquicia angelina. De manera seguida a su llegada se produjo la siguiente petición de traspaso de la lista: la de Anthony Davis. Este sí que dijo que solo quería ir a los Lakers. De la mano de la agencia Klutch Sports aguantaron hasta que lograron su objetivo. Estrellas de la NBA forzando su salida para llegar a los Lakers. Una tradición casi tan antigua como la misma liga.

Aunque no siempre sale bien. En 2017 Paul George comunicó a los Indiana Pacers que no iba a renovar con ellos, y que quería ser traspasado a Los Ángeles, algo que todo el mundo entendió que quería ir a los Lakers, confirmado por él mismo más adelante. Los Pacers traspasaron a George a los Oklahoma City Thunder. Finalmente terminaría en Los Angeles, aunque en los Clippers.

La era de la “pre-agency”

Una vez visto todo lo anterior, creo que se puede concluir que lo de las décadas de los 2010 y los 2020 hasta ahora es solo una continuación de una tendencia que ya existía anteriormente. No podemos olvidarnos de que Chris Paul pidió a los Hornets ser traspasado en 2011. En ese mismo año se consumó el movimiento que Carmelo Anthony había pedido a los Denver Nuggets: que lo enviaran a los New York Knicks.

Lo que pusieron de moda Paul George y Anthony Davis fue lo que se conoce como “pre-agency”. Ellos se aseguraron sus contratos máximos con sus franquicias y unos años después, cuando quedaban uno o dos de contrato, comunicaron a las mismas que no iban a renovar, y que si no les traspasaban se irían libres como agentes libres.

En 2018 fue cuando Kawhi Leonard le dijo a Gregg Popovich que no quería seguir en los San Antonio Spurs. También cuando Jimmy Butler se negó a entrenar durante toda una pretemporada y montó un numerito en una práctica para salir de los Minnesota Timberwolves.

Durant e Irving, de las últimas estrellas que han pedido ser traspasadas

Adam Hunger / AP

Aunque lo que estamos viendo ahora mismo ni siquiera contaría como pre-agency, porque los jugadores ni siquiera amenazan ya con marcharse como agentes libres. Esto va un paso más allá. El dinero que ganan renovando con sus franquicias es mucho mayor que lo que pueden ganar en el mercado. Ahora lo que se hace es extender el contrato por el máximo posible, y luego forzar la máquina hasta que se traspasan.

Eso es lo que hemos visto con Kevin Durant. Con Kyrie Irving, por partida doble. O con James Harden, por partida triple. También con Damian Lillard, que suma a la ecuación otra vez la exigencia de querer ir solo a un único destino. Son evoluciones de un mismo concepto, diferentes formas de jugar cada uno sus cartas.

A la hora de la verdad, no, no es nada nuevo que las estrellas de la NBA pidan el traspaso o quieran forzar una salida a un destino favorito. Pero sí que han cambiado dos cosas: ahora nos enteramos al momento, en vez de un tiempo después en un periódico o en un libro. Y, quizás relacionado con eso anterior, ahora parecen tener más fuerza negociadora que en el pasado para ejercer presión sobre las franquicias y así lograr su objetivo.




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