El técnico del Málaga, Sergio Pellicer, afirmó en vísperas de visitar al Alcorcón que “es inviable” acometer fichajes en este mercado invernal y reconoció que les “gustaría ofrecer caviar y champán, pero ahora toca agua y plato de los Montes”, una típica comida malagueña a base de huevos, patatas, chorizo y pimientos fritos con lomo en manteca colorá.
En rueda de prensa, el entrenador malaguista recordó que el club no puede “firmar” jugadores, debido a la sanción impuesta por LaLiga por sobrepasar el límite salarial, y por ello deben seguir adelante con los que forman la actual plantilla, aunque con ello van a “ir a muerte hasta el final”.
“Debemos potenciar las cosas buenas que hemos hecho. Es un mensaje realista; sabemos nuestro objetivo, aunque lo más importante también es que ahora hay un valor de patrimonio (en el plantel) que hace siete meses no había, y pocos equipos de Segunda tienen eso”, subrayó el castellonense.
También se refirió a las seis jornadas que el conjunto malagueño, decimoquinto en LaLiga SmartBank, lleva sin ganar y admitió que “siempre que vienes de una derrota se generan dudas”, al igual que cuando se gana, “se alimenta la autoestima”.
Para el preparador blanquiazul, en este aspecto “hay que mantener un equilibro”, porque “los extremos son malos”, si bien asumió su culpa en la derrota de la pasada jornada contra la Ponferradina.
“El otro día me equivoqué”, reconoció Pellicer, que, no obstante, quiso centrarse en la cita de este sábado en el estadio Santo Domingo frente al colista de la categoría y advirtió de que “la clasificación no es el reflejo ni del Alcorcón ni de muchos equipos”.
Resaltó, además, sobre el rival que desde la llegada del “maestro (Juan Antonio) Anquela, al que tuve de entrenador”, se ha comprobado que hay “trabajo, compromiso, orden táctico”.
El técnico del Málaga añadió que el Alcorcón “es un equipo al que le ha pasado de todo: alineación indebida, falsos positivos, preparar el partido ante el Mallorca casi sin jugadores, etcétera”, además de que el pasado martes, en su partido aplazado frente al Albacete (1-2), terminó con “una derrota injusta”.
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