No hay caso. Parece imposible evitarlo. Si surge una historia cruzada entre xeneizes y académicos, seguro que la polémica copa la escena. A Racing ahora no le interesa. Bien lejos de Argentina, en Abu Dhabi, lo disfruta. Lo goza. Es que levanta otra copa. Esta vez la Supercopa Internacional. Otra estrella… A Boca sí le importa. Es que todo se le escapó en tiempo adicionado, en esa foto 47 del segundo tiempo, por ese penal que le cobraron en contra y que era para interpretar…
El juez Fernando Rapallini entendió que Agustín Sandez tocó intencionalmente la pelota con la mano, aunque había ido al piso y anteriormente había rebotado en su cuerpo. Una decisión arbitral más que fina. Gonzalo Piovi no dudó en la ejecución con un misil imparable que hizo a la Academia campeón de esta copa extraña, que se juega por primera vez y que enfrenta al campeón de la liga argentina (Boca) con el ganador del Trofeo de Campeones (Racing).
Boca marca primero pero Racing reacciona
Todo había comenzado con Boca sonriendo y pegando el primer grito. Un latigazo de Facundo Roncaglia rompió el cero cuando casi nada pasaba, cuando Racing tenía la pelota pero no lastimaba. Sin embargo, reaccionó más que bien al gol en contra. Porque enseguida el regresado Maxi Moralez dibujó una asistencia hermosa, que encontró desacamodada a la defensa xeneize y en velocidad a Johan Carbonero, quien definió con solvencia.
El Racing de Fernando Gago (también puso de entrada a Juan Nardoni, llegado de Unión) era superior al Boca de Hugo Ibarra (Javier García fue arquero titular y capitán: mensaje para Agustín Rossi, que aún no renovó contrato), quien por algo en el entretiempo sacó a Norberto Briasco e incluyó a Ezequiel Fernández. Le faltaba un hombre en el medio. Todo se equilibró.
Desenlace con polémica
Hubo un par de situaciones por cada lado. La más clara, un tiro desviado de Carbonero sin arquero y desde un ángulo cerrado. Hasta que se coronó esa mano que le dio vía libre al debate, a la discusión.
Al cabo, en esta rivalidad entre los dos grandes del fútbol argentino acentuada al extremo en los últimos meses, vuelve a sonreír la Academia. Boca primero le había ganado la pulseada en la liga argentina, en un definición infartante. Después, Racing lo había superado “por abandono” en el partido único por el Trofeo de Campeones, que terminó suspendido por las múltiples expulsiones xeneizes. Ahora, en otra copa de un solo capítulo, los albicelestes vuelven a celebrar. Tenía que ser con polémica.