Siempre Racing provoca sensaciones especiales, que combinan la pasión desbordante con el sufrimiento. Se trata de un gigante indiscutido, que por distintas razones suele padecer mucho más de lo indicado antes de atrapar el éxito que merece. Ahora, en este 2022, esa máxima albiceleste se reconfirma. Ahí está la ‘Academia’ gritando campeón, celebrando, todo después de un año marcado por una inusual serie de obstáculos. Es una película increíble, con final feliz. El Trofeo de Campeones para Racing vale tanto que podría transformarse en bisagra para el club, para su entrenador y para los jugadores…
Fue una constante desde enero hasta el arranque de la final con Boca en San Luis. Todo el mundo futbolero aquí coincidía: “Racing es el equipo argentino que mejor juega, pero siempre le pasa algo”.
En la Copa Sudamericana había quedado eliminado en la zona de grupos en un insólito partido como local perdido ante un River de Uruguay ultra modesto y sin chances de clasificación. En la Copa Argentina había sido despedido por un rival de la Segunda División, Agropecuario, también limitado, inmensamente inferior. Faltaba el golpazo, la inédita definición de la liga argentina, cuando en el Cilindro de Avellaneda desperdició un penal sobre el final contra River Plate que ningún referente pidió patear y terminó obsequiándole el título a Boca.
Quedaba el Trofeo de Campeones. Lo jugaba como subcampeón de la liga. El rival era Boca, el bicampeón. Los xeneizes, que antes pedían jugar ese tipo de copas que representan un partido y suman una estrella, intentaron menospreciarla en toda la previa mostrando sus dos trofeos ganados en la Copa de la Liga (justamente eliminó a Racing por penales en semis, tras ser dominado) y en la Liga.
Esas burlas de Boca elevaron la temperatura de un clásico ya caliente por los estilos opuestos: más gris el Boca de Hugo Ibarra, vacío de vuelo pero lleno de eficacia; más lúcido el Racing de Fernando Gago, lleno de búsqueda ofensiva pero vacío de títulos.
¡Una final con ocho expulsados!
Racing lo ganó en el epílogo del tiempo suplementario y su victoria se agigantó porque Boca no supo perder y varios de sus jugadores explotaron hasta ganarse la expulsión. El partido finalizó antes de tiempo porque los xeneizes se quedaron con seis jugadores. Tan descontrolados estaban que algunos querían ir a recibir las medallas del subcampeón con las dos copas ganadas en este 2022. Los frenó el vicepresidente Juan Román Riquelme.
El papelón de Boca potenció la conquista de Racing, que también sufrió dos expulsiones. Fortaleció a todos en la ‘Academia’, empezando por el proyecto futbolero saludable. Es el primer título de Fernando Gago como entrenador, un ex de Boca, quien era cuestionado porque el equipo se desarmaba demasiado atrás y por algunos cambios llamativos durante los partidos.
Aunque no jugó en San Luis porque se encontraba lesionado, también la consagración representa una revancha para Enzo Copetti, el goleador apuntado tras no pedir la ejecución del penal decisivo contra River en la liga. Había que ver las lágrimas y la descarga del delantero cuando sus compañeros coronaban la victoria contra Boca.
Por algo el festejo de Racing fue desmesurado inclusive hasta en sus redes oficiales. El tuit fijado se mantiene con un mensaje: “Campeones hay muchos, el que mejor juega es uno solo”. Pero hubo otros posteos: “Ganó el buen juego, revivió el fútbol, renació la pelota…”. Y uno que hizo un punteo de lo cosechado: “Racing en 2022: 1° en la tabla anual, perdió sólo 5 partidos de 41 en el ámbito local, invicto en los 90’ en Copa de la Liga, 2° equipo con más goles convertidos (66), 1º en menos goles recibidos (34), campeón del Trofeo de Campeones”. Hasta hubo una publicación ironizando con Riquelme: “¡¡¡Racing está felí’!!!”. Se sabe que Román cuando pronuncia la palabra feliz no incluye la “z”.
El Trofeo de Campeones no tapa la liga perdida, pero devuelve la calma y el crédito a todo Racing para iniciar un nuevo camino. Sin este título para todos hubiera sido muy difícil. Sin embargo, hubo coronación. Entonces, ahí estará la ‘Academia’ en 2023, apostando a la Libertadores, soñando con disfrutar otra película con final feliz, aunque con menos sufrimiento.