Radamel Falcao promete “muchos goles y muchas alegrías” a la afición del Rayo


La dicción cristalina del colombiano Radamel Falcao resonó por la megafonía estridente y musical ante la hinchada del Rayo apiñada en el fondo norte del estadio de Vallecas. “Mi sueño es poder darle a todos los rayistas muchos goles y muchas alegrías”, dijo El Tigre este jueves por la tarde, en la presentación más mediática que recuerda el rayismo desde que enroló a Hugo Sánchez hace tres décadas. “Falcaaaaoooo, Falcaaaaooo…!”, le aclamaba la muchedumbre, feliz de poder redescubrir el calor mutuo tras un año y medio de restricciones.

Emulador de algún homólogo aficionado a estas ceremonias populares, el presidente del club, Raúl Martín Presa, cuya relación con los socios ha sido tensa desde el principio, compartió los focos con la estrella. Subido a la ola de entusiasmo, Presa redobló la apuesta ante la multitud anhelante. “Seguramente estamos hablando del mejor rematador de área del planeta fútbol en los últimos 25 años, después de Hugo Sánchez”, declaró.

Meter goles nunca fue un problema para Falcao, siempre que estuvo sano. A sus 35 años, el delantero centro más prolífico que ha dado Colombia en este siglo viene de anotar nueve en 18 partidos con el Galatasaray en la pasada temporada. Su promedio ha progresado siguiendo las curvas de su estado físico. Desde que metió siete en siete jornadas con el River Plate en la liga argentina de 2005-2006, su media en las temporadas sucesivas ha sido de 0,13; 0,49; 0,42; 0,79; 0,90; 0,72; 0,83; 0,14; 0,08; 0,56; 0,67; 0,69; 0,66; 0,43, 0,50 y 0,50 goles por partido pasando por Oporto, Atlético, Mónaco, United, Chelsea, Mónaco de nuevo y Galatasaray

Castigado por las lesiones desde que fue cedido por el Mónaco al Manchester en 2014, ya nunca consiguió tener la regularidad de su época de esplendor. Cuando le preguntaron por su sorprendente fichaje por un club que acaba de ascender, confesó que firmó por dos temporadas por el Rayo por dos razones. Primero, porque tras su salida del Galatasaray, que no pudo afrontar su contrato, lo considera el club más idóneo que encontró para prepar el Mundial de Catar de 2022; y segundo porque a su familia le gusta vivir en Madrid, ciudad en la que se consagró como goleador en las filas del Atlético, entre 2011 y 2013.

“Estamos luchando por un puesto para Catar con la selección”, dijo, “y qué mejor que venir a esta institución. Conozco la plaza y para la familia va a ser muy cómodo”.

Falcao vestirá el dorsal número tres, una rareza, tratándose del delantero centro. “El número tres es por mi padre”, dijo, “que me transmitió la pasión por este deporte. Él jugó con este número. Qué mejor homenaje para él que ya no está con nosotros”.

“Necesito sumar minutos de juego”

Sereno y optimista, el capitán de la selección de Colombia declaró que le sorprendió la “calidad” de la plantilla y señaló que sueña con “algo más que la permanencia” en Primera División.

Enfundado en una camiseta blanca cruzada con una raya diagonal roja que le recordaba a la casaca de River Plate, la primera que se embutió como profesional, el hombre que dejó Santa Marta con 14 años para irse a Buenos Aires a formarse dijo que su cuerpo está listo para la acción. “Me encuentro bien”, señaló, “he podido enfocarme más en lo físico sabiendo que los caminos con el Galatasaray se iban a separar. Ahora necesito jugar, sumar minutos, y con esto irá bien”.

Falcao llega a un equipo en pleno proceso de aterrizaje a la Primera División. El Rayo ha ganado un partido, ha empatado otro y ha perdido dos en lo que va de torneo. Pero el colombiano indicó que después de entrenarse con sus nuevos compañeros tiene razones creer que le espera un curso más ilusionante que angustiante. “La lectura que hago de estos primeros días es que este equipo tiene mucho talento y mucha hambre”, dijo.

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