Ramón Arangüena llora la muerte de su hermana: “Siempre fue grande”

A escasos días de dar por finalizado el verano, Ramón Arangüena ha tenido que hacer frente a una de las noticias más tristes de su vida. Su hermana, “la cuarta de la lista”, fallecía el día de ayer víctima del cáncer, dejando un enorme vacío en su corazón y en el de todos aquellos que la conocían. Fue él mismo quien dio la noticia a través de su cuenta de Twitter, recordando algún momento de su infancia como homenaje a la que un día fue su pilar fundamental. “Hoy ha muerto Marta Arangüena, mi hermana”, comenzó relatando.

Un duro varapalo para él, pues siempre ha sido la que ha caminado a su lado desde que tiene uso de razón. “La que me llevaba de la mano al cole y, de su paga, me comparaba juguetes en el quiosco. Me ayudaba a estudiar y me enseñó que los hombres también friegan, lavan y cocinan”, rememoró, haciendo hincapié en que Marta le había cambiado la forma de ver la vida. Y es que, aunque la familia no se elige, Ramón tiene claro que a su hermana “la volvería a pedir” a su lado las veces que hiciera falta.

Ramón Arangüena posando / Gtres
Ramón Arangüena posando / Gtres

Tras conocer su pérdida, la redacción de Look se ha puesto en contacto con él para darle el pésame y preguntarle cómo está viviendo este trágico suceso. “Todo ha ocurrido muy rápido. Yo estaba ayer de vacaciones en Coruña y murió a las dos. Llegué a Palencia a las siete de la tarde. La incineraban a las nueve hoy, por eso escribí el tuit ya de noche, para que lo supiera la gente a la que no iba a poder contactar y como homenaje a ella”, ha comenzado relatando, dejando un profundo vacío al marcharse tan pronto, pues Marta solo tenía 67 años y solo hacía cinco meses que le habían detectado cáncer. “Se acaba de jubilar. Era farmacéutica y trabajaba en Sanidad de Palencia”, ha contado el afectado a este digital.

Ramón Arangüena en un photocall / Gtres
Ramón Arangüena en un photocall / Gtres

Marta Arangüena, además de ser la cuarta en una familia de seis hermanos, era madre de dos hijos de treinta años y una auténtica apasionada de las pequeñas cosas de la vida. “Le gustaba caminar con las amigas por el monte, viajar con sus hijos y bañarse en Coruña, aunque estuviera nublado”, ha relatado su hermano, que se podría decir que la conocía mejor que nadie. Además, todo el que la conocía sabía que Marta tenía un corazón enorme: “Siempre quería agradar a los que estaban con ella. Siempre se reía a carcajadas. Siempre fue grande”. 

Ramón Arangüena en un photocall / Gtres
Ramón Arangüena en un photocall / Gtres

Y es que, aunque para Ramón la muerte siempre ha sido el gran inconveniente de la vida, él ha intentado exprimir al máximo los minutos junto a la gente que quería. “Solo hay que intentar que las ventajas, en el fondo, superen a los problemas. La salud, el ejercicio, la curiosidad, las relaciones estrechas, el disfrute de estar vivo debe servir para superar los inconvenientes”, explicó hace un tiempo para VermutApp en Historias que inspiran. Unas palabras que hoy cobran especial sentido.




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