Sergio Ramos, inmerso en una renovación enquistada, pudo jugar este miércoles su último partido de Champions con la camiseta blanca. El emblemático capitán del Real Madrid reapareció 50 días después tras sus problemas físicos, pero no fue el jugador determinante de otras ocasiones.
El veterano central merengue se había perdido los tres anteriores partidos de Champions, los dos de cuartos de final contra el Liverpool y el de ida ante el Chelsea, saldados con una victoria y dos empates, y siete de LaLiga, en los que el equipo de Zidane tampoco había perdido (cinco triunfos y dos empates). Su regreso al once, facilitado por la lesión de Varane, coincidió con el fin de una racha madridista de 19 partidos consecutivos sin perder en todas las competiciones. Esta vez, SR4 no fue talismán.
Sergio Ramos buscaba su quinta final de la Champions tras conquistar una con Carlo Ancelotti (2013-14) y tres más con Zizou (2015-16, 2016-17 y 2017-18). De momento, con el tiempo jugando en su contra a la vista de sus 35 años, deberá esperar a otra temporada para intentar levantar la ‘Orejona’ con el Real Madrid o con otro grande de Europa, si es que finalmente cambia de aires el curso venidero y pone fin a 16 campañas vistiendo la zamarra merengue
Con un Real Madrid vestido ante el Chelsea de blanco y con medias negras, que parecía el Sevilla FC en cuanto a indumentaria, Sergio Ramos no estuvo a su nivel habitual. Falto de ritmo, las piernas no le dieron para mucho y se vio totalmente superado por la tremenda velocidad de los de Tuchel, el camero salió en la ‘foto’ del primer gol de los ingleses. Se resbaló ante Timo Werner, el jugador que terminó abriendo el marcador en Stamford Bridge, y dejó a Militao solo en un ‘dos contra uno’. En el 2-0 que sentenció el choque, obra de Mason Mount, pudo hacer algo más.
La primera cartulina amarilla del partido para el Real Madrid fue precisamente para Sergio Ramos en el minuto 37 del primer tiempo por un empujón en ataque a Azpilicueta. Una amonestación que el capitán blanco protestó airadamente al colegiado de la contienda, el italiano Daniele Orsato.
Ramos, el futbolista con más tarjetas en toda la historia de la Champions, vio la número 43 en esta competición. Supera con creces al exjugador del Manchester United Paul Scholes (36) y a su excompañero en el Real Madrid Xabi Alonso (34), según datos del analista ‘Mister Chip’.
El central sevillano, acostumbrado a mandar y a imponerse en este tipo de partidos de máxima exigencia, no pudo ayudar a su equipo a pasar a la finalísima de la Champions. Se perdió la vuelta ante el Ajax hace dos años y la campaña pasada contra el Manchester City, dos rivales que dejaron KO a los merengues, como sucedió este miércoles con un Chelsea que accedió con todas las de ley a la final del próximo 29 de mayo en Estambul contra el Manchester City.
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