Sergio
Ramos volvió a ser decisivo en una final. Esta vez desde los once metros y no de cabeza pero sí contra el Atlético de Madrid. El camero fue el elegido para lanzar el penalti decisivo y no falló.
Cogió carrerilla -poca-, avanzó muy lento hacia el balón dando apenas dos pasos, se escoró, la pegó y corrió a celebrarlo a la esquina del King
Abdullah
Stadium. Un penalti más que convierte el sevillano y ya van 18 seguidos.
Desde el 9 de mayo de 2018 Sergio
Ramos no falla un penalti Desde que se marchó Cristiano, se ha erguido como el principal lanzador de penas máximas en el Real
Madrid por delante de Karim
Benzema y lo cierto es que es infalible. Ya nadie recuerda aquel penalti ante el Bayern de Múnich que mandó a las nubes en la semifinal del torneo.
De Panenka, a la derecha, a la izquierda, por arriba, por abajo, el central está acostumbrado a marcar de todos los colores y eso que no es una empresa habitual la de tirar penaltis para un central de un equipo de la élite como el Real
Madrid.
El ‘4’ espera a que se venza el portero y amaga muchas veces en mandarla a un palo para luego enviarla al contrario y así, hace que, ya sea con España o con el Real
Madrid, el balón siempre termine dentro de la portería.
Esta vez en Jeddah no fue diferente. Como tampoco fue diferente que fuera él quien levantara el trofeo de campeón de su equipo. Once lleva ya el sevillano desde que se marchó Iker y no parece que quiera frenar el ritmo.
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