Los New Orleans Pelicans tienen trabajo por delante para evitar que lo de esta noche no vuelva a suceder. Los de Van Gundy se dejaron remontar un encuentro que tenían cerrado a falta de escasos minutos y cayeron finalmente ante los New York Knicks por 122 a 112 en la prórroga.
gg.didomi.doWhenConsent(true, “c:twitterwi-wUmBnnKy”, function(){
var fbScript = document.createElement(“script”);
fbScript.src = “https://platform.twitter.com/widgets.js”;
fbScript.async = true;
document.querySelector(“body”).appendChild(fbScript);
} );
El Madison Square Garden fue testigo de uno de esos partidos duros, toscos y con una igualdad por bandera. Un encuentro parejo, aunque a menudo el marcador señalase lo contrario. Los Knicks se fueron al descanso 12 puntos por delante pero bajaron la guardia tras el paso por vestuarios.
Fue entonces cuando los Pelicans, liderados por un excelente Zion Williamson, vieron luz al final del tunel y empujaron hasta lograr un espectacular parcial que les permitió empatar el encuentro primero y ponerse por delante después. El 99-91 a falta de dos minutos y medio parecía asegurar la victoria para ellos pero aún quedaba mucho.
El intercambio final de jugadas fue error táctico de los de Van Gundy, superados en empuje y habilidad por los muchachos locales que vieron como podían agarrarse a un encuentro que minutos antes parecía perdido. Julius Randle, a lomos de una semana espectacular, quiso cerrar su actuación dominical asegurando la victoria.
gg.didomi.doWhenConsent(true, “c:twitterwi-wUmBnnKy”, function(){
var fbScript = document.createElement(“script”);
fbScript.src = “https://platform.twitter.com/widgets.js”;
fbScript.async = true;
document.querySelector(“body”).appendChild(fbScript);
} );
Se quedó cerca en el último periodo pero al menos fue capaz de forzar la prórroga, un tiempo extra en el que los de Tom Thibodeau no se dejaron amedrentar por su rival y dejaron claro cuál de los dos equipos era el más rocoso, mentalmente hablando.
La prórroga tuvo poca historia, un tanteo de 19-9 favorable a los neoyorquinos y el relato de unos Pelicans que tiraron a la basura todo el trabajo realizado hasta entonces. Williamson, que disputó 42 minutos, se quedó con la miel en los labios tras su gran actuación.
El pívot de New Orleans terminó con 35 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 2 robos, anotando 13 de sus 23 tiros a canasta pero acumulando un diferencial de -13 en cancha. Pese a todo, el equipo tuvo dificultades para generar oportunidades sin él.
Enfrente tuvo a un Randle pletórico. La estrella de la Gran Manzana vio su envite y se fue hasta los 33 tantos, 5 rebotes, 10 asistencias y 5 robos; un día más en la oficina para él. Los Knicks fueron tremendamente superiores cuando él estuvo en cancha y el jugador lideró a la segunda unidad de Thibodeau en la batalla.
gg.didomi.doWhenConsent(true, “c:twitterwi-wUmBnnKy”, function(){
var fbScript = document.createElement(“script”);
fbScript.src = “https://platform.twitter.com/widgets.js”;
fbScript.async = true;
document.querySelector(“body”).appendChild(fbScript);
} );
Derrick Rose, Kevin Knox y Immanuel Quicklie dieron el callo desde el banquillo, sumando los diferenciales más altos del equipo para lograr el triunfo. Los 23 puntos de Rose fueron su cifra más alta en meses, pero vitales a la hora de la verdad.
Los Knicks mantienen su pugna por los puestos con factor cancha de cara a playoff en el Este, mientras que los Pelicans deberán seguir luchando para asegurar su presencia en el torneo play-in.
Source link