Ranieri, el héroe al que el Leicester destituyó

Este quinto aniversario de la gesta que logró al conquistar la Premier 2015-16 como entrenador del Leicester sorprende a Claudio Ranieri acabando de preparar el partido que su actual equipo, la Sampdoria, afronta este domingo contra la Roma. A sus 69 años, el ‘ingeniero’ de aquel Leicester campeón de Inglaterra sigue al pie del cañón, haciendo lo que más le gusta.

No hay duda de que Claudio Ranieri encarnó lo cruel que es a veces el mundo del fútbol. El técnico italiano convirtió al Leicester aquel 2 de mayo de 2016 en la mayor sensación del deporte mundial y 9 meses después, el 23 de febrero de 2017, fue destituido. La cúpula del club del King Power Stadium tomó la decisión apenas un día después de que el Leicester cayera derrotado por 2-1 ante el Sevilla en la ida de octavos de final de la Champions League.

Lo cierto es que el Leicester campeón 2015-16 fue la obra de Ranieri, el gran motivador. Un motivador trotamundos que venía de entrenar a Cagliari, Nápoles, Fiorentina, Valencia, Atlético, Chelsea, de nuevo Valencia, Parma, Juventus, Roma, Inter, Mónaco y la selección de Grecia. Después de aquel despido de febrero de 2017, Ranieri ha dirigido a Nantes, Fulham, Roma y Sampdoria (su actual club).

De seleccionador de Grecia a técnico milagro del Leicester

Tras su fracaso como seleccionador de Grecia, Ranieri aterrizó en el Leicester en 2015. Volvía así al fútbol inglés, en el que entrenó entre 2000 y 2004 al Chelsea, hasta que el magnate ruso Roman Abramovich le sustituyó por José Mourinho. En el King Power Stadium Ranieri demostró que es un maestro de la psicología deportiva. A cada jugador supo hacerle llegar su mensaje.

Ranieri fue el que escribió a su plantel una emotiva carta abierta. El que lloró tras el triunfo ante el Sunderland (0-2). El que organizó una cena, tras no recibir ningún gol ante el Crystal Palace (0-1), en que se hicieron su propia pizza. El que emocionó al defensa Christian Fuchs al acudir a la fiesta de cumpleaños que al zaguero le preparó su familia.

A cada jugador supo decirle Ranieri las palabras que sirvieran de perfecto resorte para aquella temporada de ensueño. Ranieri escribió a su plantel que para triunfar en el fútbol “no hace falta un gran nombre, sino una mente abierta, un corazón abierto, una batería llena y correr libre”. Y el Leicester voló hacia la Premier.


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