El partido de este domingo en El Sadar no será uno más para Raúl Navas (Sevilla, 1988). Los cuatro años que estuvo defendiendo la camiseta de la Real pesan mucho. Cuatro temporadas que le dieron para jugar 69 partidos y anotar dos goles, pero sobre todo para convertirse en uno de los mejores centrales de la plantilla. Siempre que las lesiones se lo permitieron, el central andaluz era un fijo en las alineaciones de los diferentes técnicos que tuvo. No muestra malestar por su salida, aunque reconoce que, de alguna manera, sí le cogió por sorpresa.
El de El Sadar no será un partido más para Raúl Navas, ¿no?
Va a ser un partido especial. Han sido cuatro años allí de los que me llevo el cariño de la gente y del club.
¿Cómo recuerda su salida de la Real? ¿le pilló por sorpresa?
Fue un poco raro y extraño cómo se dio todo. El club tomó una decisión y yo tomé otra. Al final llegamos a un acuerdo y, viendo cómo estaban las cosas, fue lo mejor para ambas partes.
Usted, en el último entrenamiento desarrollado en Villabona, se despidió pensando que iba a volver. Solo quedaba la firma…
Antes de salir, teníamos ya el acuerdo de la renovación. Estaba todo a falta de la firma. Estaba todo cerrado y no se dio porque nos íbamos de vacaciones y el presidente no se encontraba en Donostia en esos momentos. No se podía hacer. Lo dejamos para después de las vacaciones. Ellos valoraron otras circunstancias y se hizo así.
¿Le dieron alguna explicación?
Yo hablé con Imanol y también con Roberto (Olabe) y les pedí un porqué. Creo que fue lógico lo que me dijeron. Yo acaté esa situación. La llamada de Jagoba interesándose por mí me dio el impulso definitivo para salir.
¿Lo pasó mal cuando le dieron la noticia?
No, mal no. El fútbol tiene estas cosas, va y viene. Es difícil mantenerse en un club muchísimos años. Solo lo hacen grandes leyendas como Xabi Prieto, que lo hizo en al Real. Si te gusta jugar en fútbol te da lo mismo hacerlo en un lado que en otro.
¿Ha sido feliz en Donostia?
Sí, por supuesto. He formado una familia y la verdad es que estoy muy agradecido. San Sebastián es una ciudad de la que siempre tendré un gran recuerdo y seguro que volveré.
¿Qué recuerdos le van a quedar de estos cuatro años? ¿todos positivos?
Sí, claro. Siempre se me quedan los recuerdos positivos. Me quedo con muchas amistades dentro del vestuario y fuera y hay muchos rincones de esa ciudad que nunca olvidaré.
Los problemas físicos le jugaron una mala pasada…
Sí. Estoy satisfecho con mi etapa allí, pero hubiera sido diferente si no hubiera tenido diferentes lesiones, sobre todo las de larga duración. Pero sí estoy contento de mi paso por allí. Creo que la gente estará contenta con el rendimiento que ofrecí y eso me llena de satisfacción. Hubo momentos en los que estuve mejor que en otros, como es normal, pero tanto en entrenamientos como en los partidos, he intentado dar lo mejor de mí para ayudar al equipo.
Esa lesión ante el Villarreal, al inicio de la 17/18, fue un ‘palo’ porque atravesaba por su mejor momento, ¿no?
Sí. Fue la peor. Llegué del Eibar ‘jodido’ por culpa de esa pubalgia y lo pasé mal, pero esa lesión frente al Villarreal, que venía de hacer un año muy bueno, y comenzar la temporada de la manera en la que la comenzamos, me hizo daño y fue un ‘palo’.
Osasuna se va a encontrar una Real que se está llevando todos los elogios…
En pretemporada ya se veía un equipo fuerte. Ahora mismo es un equipo al que es difícil meterle mano y hay que hacer las cosas muy bien para sacar algo positivo.
Osasuna está mostrando un nivel elevado en su vuelta a Primera…
Tenemos un estilo diferente de juego al de la Real, pero sacamos nuestro rendimiento y estamos sacando muchos puntos.
No está jugando mucho…
Solo he jugado cinco partidos. He tenido problemas en la rodilla, pero el equipo venía de tener una trayectoria muy buena desde Segunda, en línea ascendente, y los centrales lo estaban haciendo muy bien. No había que achacarles nada y era difícil entrar. Solo queda esperar el momento.
¿Cuál está siendo la clave de Osasuna?
La unión del grupo y tener las cosas muy claras. Jagoba es un entrenador que no se mete mucho en el trabajo diario nuestro, en las cosas que hacemos. Da las pautas concretas. Es una persona cercana, con la que puedes hablar, te transmite su punto de vista y tú el tuyo.
¿Qué tal por Iruñea?
Muy bien, la verdad. Es una ciudad en la que se vive muy a gusto. La gente es muy parecida a la de San Sebastián. Quizá aquí un poco más caliente en el sentido de animar al equipo en El Sadar. Después, por la calle, la gente no suele pararte. Hace más frío, pero llueve menos. Y eso se agradece..
¿Cómo cree que se le puede hacer daño a esta Real?
Al final, si le quitas el balón, que es algo muy difícil, creo que sí le puedes hacer daño. En las contras es un equipo al que se le puede hacer daño. Intentaremos aprovechar nuestras ocasiones e intentar que no tengan demasiado tiempo el balón porque son muy peligrosos.
¿Cuál es el recuerdo que no va a olvidar de su paso por la Real?
Esos tres meses que tuvimos con Eusebio que parecía que no había manera de pararnos. Y entrar en la Europa League en el último minuto en Vigo también es un bonito recuerdo.
¿Con quien hizo más amistad?
Actualmente, con los que más trato tengo es con Aritz Elustondo, y con Rubén Pardo. Con Aritz hice una mistad increíble. Es de los pocos que parece que no es vasco. Tiene esa chispilla diferente. Con ‘Zuru’ tengo muy buena relación, pero hablo menos. Es un tipo peculiar. Con De la Bella, con Markel Bergara tengo una mistad increíble, que será para siempre.
Hablando del de Elgoibar, qué pena que vaya a tener que dejar el fútbol por las lesiones..
No sabemos si lo dejará al final de temporada. Lleva dos años pasándolo bastante mal. Tener que dejar lo que te gusta por temas físicos es complicado.
Aritz tampoco está teniendo mucha suerte con las lesiones…
Hablo mucho con él de ese tema. Yo padecí allí bastante, es un tema que psicológicamente te merma un poco, tienes que hacerte fuerte. Creo que Aritz es una pieza clave en el equipo y este año teniendo mala suerte. Esperamos que sea la última.
¿Va a ser raro enfrentarse a Willian José?
Raro, no, porque me enfrentaba a él casi todos los días en los entrenamientos con la Real. Incluso no sé si se puede decir ‘raro’ porque ya nos hemos enfrentado dos veces en amistosos. Será una sensación diferente, pero espero que sea bonita
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