No va más en el Santiago Bernabéu entre Real Madrid y Manchester City en busca de la final soñada de París, donde ya espera el rutilante Liverpool de Jürgen Klopp. El equipo de Carlo Ancelotti y el de Pep Guardiola dejaron todo en el aire en un partido de ida vibrante del que volvieron a salir vivos los blancos, maestros en el arte del escapismo cuando más enterrados parecen. A la magia de Chamartín y al estado de gracia de Karim Benzema se agarra el Madrid en busca de otra remontada épica que le deje a un paso de la Decimocuarta.
El 4-3 mínimo cosechado por el City augura un partidazo de poder a poder, con todos los ingredientes de una cita de postín y con los dos equipos entregados a un desafío monumental. El Madrid, que nunca ha levantado un resultado en contra en unas semifinales, debe mejorar sensiblemente las prestaciones ofrecidas en el Etihad si quiere aspirar a volver a una final cuatro años después y completar, de paso, una colección de eliminatorias para el recuerdo. Delante tendrá al ogro Guardiola (9 visitas al Bernabéu y solo una derrota), el archienemigo, dispuesto a conquistar de nuevo un territorio que conoce mejor que nadie.
Para el Manchester City el examen es mayúsculo porque visita la casa del rey de la competición en busca de su segunda final consecutiva. Sin un pasado sobre el que escribir su relato, el cuadro inglés apela a la experiencia y la sabiduría de Guardiola, a su brillantez y ensamblaje como equipo y a la calidad y ambición de los De Bruyne, Bernardo Silva y Foden para hacer buena su ventaja y dejar en la cuneta a un rival que se resiste a rendirse por más que le den por muerto.
Al otro eterno aspirante al trono continental, el PSG, no le bastó con ser muy superior al Madrid en el plano futbolístico y fue aplastado en los octavos por el peso del escudo blanco. Sobra decir que los citizens están más que avisados y deberán ser impermeables a la conexión entre el Madrid y el Bernabéu, capaces de lo imposible cuando está la Champions de por medio.
El Real Madrid ha puesto en marcha todo su aparato de propaganda para una conjura que arrancó el sábado con los festejos por el título de Liga. El pelotón de veteranos liderado por Benzema y Modric, supervivientes del Madrid de las tres Champions seguidas, tiene ante sí una nueva oportunidad de seguir aumentando su condición de leyendas escoltados por la pujanza de los Militao, Valverde y Vinicius. Las posibilidades de éxito para el Madrid pasan, eso sí, por que Courtois recupere su mejor nivel y por que Benzema prolongue un día más una inspiración que no ha encontrado antídoto esta temporada. En los guantes del belga y en la cabeza y los pies del francés descansan las esperanzas blancas.
Carlo Ancelotti recupera para la causa a Casemiro, cuya baja en el Etihad causó estragos en el engranaje defensivo blanco. Alaba, que entró en la lista, tiene muy difícil llegar a la cita en unas mínimas condiciones competitivas y su hueco lo ocupará Nacho. La única duda en el once blanco está entre Valverde y Rodrygo. Guardiola a buen seguro se guarda algún as en la manga con el que sorprender a Carletto y tiene la baza de Cancelo, sancionado en la ida, uno de los mayores generadores de juego de un City cuyos recursos ofensivos parecen difíciles de contrarrestar. La final espera al triunfador. París bien vale un partidazo
Los posibles onces de Madrid y City