El empate sin goles que rubricaron el Real Zaragoza y el Sporting de Gijón, producto de no querer perder más que de intentar ganar, podría complicar la vida a ambos, que luchan por distintos objetivos, pero a los que el exiguo punto logrado no ayuda a mejorarlos.
Igualada del miedo y perversa en un momento de la temporada en la que más aprietan los directos rivales de uno y otro y que siempre, cuando se está necesitado, parece insuficiente.
Para los ‘blanquillos’ supone dar la oportunidad a los conjuntos que le persiguen, y que luchan con él por la permanencia, de recortar distancias lo que podría volver a dejarle cerca del túnel del descenso, mientras que para los asturianos es aumentar la racha sin ganar que ya asciende a cuatro jornadas consecutivas aunque, al menos, en esta ocasión suman un punto tras haber perdido los tres anteriores.
El juego comenzó con los dos equipos presionando con intensidad sobre el rival por lo que entrelazar una larga combinación de pases se hacía prácticamente imposible.
El miedo a perder el balón y a descolocarse era evidente en asturianos y aragoneses y primaba la seguridad y no perder balones en situaciones comprometidas a la ambición por llegar al área contraria.
Aún así, era el conjunto ‘blanquillo’ el que intentaba manejar el balón desde atrás siempre que podía, ante un Sporting que tenía claro que a cualquier atisbo de problema había que buscar a su goleador Uros Djurdjevic “Djuka” y su velocidad en la punta del ataque.
Precisamente el delantero balcánico tuvo las dos mejores oportunidades en los primeros 45 minutos, la primera en el 19 en una contra que remató con la puntera y que sacó providencialmente el meta Cristian Álvarez y la segunda en el 32, en otro contragolpe, y cuyo remate desvió el central Mathieu Peybernes.
Para los locales su única opción de marcar fue un centro raso al corazón del área en el minuto 29 que el meta Diego Mariño despejó cuando Alex Alegría se disponía a rematar. El resto fue control pero sin arriesgar.
Recién comenzado el segundo periodo Djuka volvió a tener el gol en sus botas pero de nuevo se encontró con el meta argentino del Real Zaragoza que envió a córner en una gran parada y solo la salida del canterano Iván Azón agitó el ataque del equipo maño con un par de remates en apenas dos minutos.
Al margen de eso el juego continuó similar, mínimos riesgos y solo con campo por delante ambos se olvidaban del rígido orden impuesto. Sin nadie que arriesgara para llevarse los tres puntos o que surgiera una acción inspirada el partido acabó como parecía lógico, con el resultado inicial.
Ficha técnica:
Real Zaragoza: Cristian Alvarez; Tejero, Peybernes, Francés, Nieto; Sanabria (Bermejo, m.46) Francho, Zapater (Eguaras, m.59), Adrián (James, 59); Alegría (Iván Azón, m.75) y Narváez.
Sporting: Mariño; Guille Rosas, Babin, Borja López, Saúl García; Gragera, Javi Fuego; Nacho Méndez, Manu García (Pedro Díaz, m.83), Aitor García (Kumic, m.68); y Djuka.
Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó con tarjeta amarilla a Nieto y Eguaras, del Real Zaragoza, y Guille Rosas y Manu García, del Sporting.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 36 de Segunda disputado en el estadio de La Romareda a puerta cerrada.
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