El interés de los bonos a diez años en EE UU cotiza al 2,1%, por debajo de las letras del tesoro a tres meses, que lo hacen al 2,3%. Una curva de tipos invertida suele ser un indicador adelantado de recesión, ya que los inversores anticipan bajadas de tipos de la Reserva Federal para evitar que la economía se aleje del pleno empleo. En 2008, con la mayor burbuja financiera de la historia, aprendimos que los mercados se equivocan y como afirmaba con ironía el gran economista Paul Samuelson “los mercados han anticipado diez de las dos últimas recesiones”. ¿Se equivocan los mercados o debemos prepararnos para la recesión de la segunda economía del mundo tras China?
En EE UU hay un comité de economistas, independientes del Gobierno, que determina los ciclos. Las tres variables determinantes son: el empleo, las ventas minoristas de consumo y la producción industrial. El empleo sigue creciendo, por lo que aún no estamos ante una recesión. Pero en mayo se han creado sólo 75.000 empleos, muy por debajo de la media de 200.000 de los meses anteriores. Y las horas trabajadas han frenado su crecimiento en seco en 2019. El consumo ha frenado también su crecimiento y la producción industrial cae desde el pasado verano.
Las recesiones suelen activarse por un deterioro de las expectativas que lleva a las empresas a reducir la inversión y a las familias a recortar la compra de bienes duraderos. En el PIB del primer trimestre, la inversión empresarial en bienes de equipo cayó, al igual que la inversión en vivienda y las compras de coches de las familias. En el caso de las empresas, los salarios llevan años creciendo por encima de la productividad y eso reduce la rentabilidad esperada de la inversión. Y la guerra comercial de Trump ha frenado sus exportaciones el pasado año. En el primer trimestre, las ventas de las empresas y la renta disponible de las familias crecían próximas al 2%. En 2018 ambas crecían el 5% y las perspectivas para los próximos trimestres anticipan más desaceleración.
La economía americana lleva diez años consecutivos creando empleo, su ciclo expansivo más duradero de la historia. Los ciclos existen y la recesión en EE UU está próxima, aunque son millones de decisiones las que la activarán y nadie conoce a esos millones de personas para anticipar con precisión cuándo decidirán que suceda.
La Reserva Federal tiene margen para bajar los tipos, depreciar el dólar e incluso volver a comprar bonos si vuelve la inestabilidad financiera como en 2008. Según el indicador de Robert Shiller la Bolsa de EE UU tiene una burbuja superior a la de 2008 y similar a la de 1929. El déficit público estructural está próximo al 5% del PIB y la deuda pública al 100% y no hay margen de política fiscal.
Y en la Casa Blanca hay un Presidente errático e impredecible que verá en peligro su reelección en 2020 si la tasa de paro empieza a subir y puede acabar generando más incertidumbre y provocar más caída de la inversión y el consumo privado. Veremos.
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