A solo cuatro días de que Gabriel Boric asumiera el Gobierno chileno el pasado viernes, la comitiva de la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches, fue atacada este martes por la mañana en La Araucanía, en el sur del país, con disparos al aire, cortes de ruta, barricadas y mensajes de amedrentamiento. Era su primera visita como ministra a la región afectada por el conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche por las tierras ancestrales, que se ha complejizado con otros elementos, como el tráfico de madera, el narcotráfico y otros delitos. Con al menos 1.200 atentados en 2021 y ocho homicidios este año, la nueva Administración busca solucionar esta crisis de violencia sin militarización y con diálogo.
El ataque se registró cuando Siches intentaba ingresar a la comunidad mapuche Temucuicui, una zona del municipio de Ercilla donde no puede entrar ni la policía; una especie de Estado dentro de otro Estado. Es un hecho inédito en democracia un ataque de este tipo a un ministro —ni en La Araucanía ni en otro lugar del país— y la primera crisis en el Gobierno de izquierda de Boric, en uno de sus diseños centrales ante uno de los grandes problemas que enfrenta Chile: la violencia en el sur. La comitiva de la ministra, que no resultó lesionada, tuvo que retroceder en un camino de tierra rural. Algunos de sus colaboradores, según muestran los vídeos, intentaron apaciguar los ánimos desplegando una bandera mapuche, lo que no tuvo éxito. La autoridad debió resguardarse en una subcomisaría de Carabineros cercana.
Horas más tarde, fue la propia Siches la que comentó lo sucedido en un ataque que no registró heridos. “Siempre hemos sabido que este trabajo no iba a ser fácil y que requería de lo mejor de lo nuestro. Se equivocan quienes creen que lo íbamos a resolver desde Santiago. Teníamos que estar acá, en el territorio, y es lo que nos ha pedido nuestro presidente. Esta zona ha tenido profundos problemas: abandono. El Gobierno no va a retroceder en el plan. Seguiremos con todo nuestro itinerario en busca de diálogo y reencuentro. Lo que ocurre es violencia, pero también falta de Estado decidido, que cuando ocurren eventos como los de hoy, no arrancan a la capital”, aseguró la médico de 36 años, que adelantó que no será la última visita del Gobierno a La Araucanía y sus regiones aledañas y que hoy se reunió con víctimas de diferentes sectores, mapuche y no mapuche.
Siches se refirió a lo que poco antes había anunciado la vocera del Gobierno, Camila Vallejo. Que, pese a la gravedad de lo sucedido, La Moneda insistirá en no renovar el estado de excepción el próximo 26 de marzo, cuando termine la última extensión aprobada por el expresidente Sebastián Piñera. Lo que busca la Administración de Boric apunta a una desescalada de la militarización, para incentivar el diálogo con todos los grupos que busquen la paz, en una medida polémica y resistida en una región como La Araucanía donde en las últimas presidenciales ganó el candidato de la derecha extrema, José Antonio Kast, por un 60% contra un 39% de Boric. La petición de mantener el estado de excepción no viene solo de la derecha, sino que de la centroizquierda.
La ministra Siches, de gran popularidad, quería ingresar a Temucuicui para sostener una reunión con la familia de Camilo Catrillanca, un joven mapuche asesinado por las fuerzas policiales en noviembre de 2018, durante una operación militar al comienzo del Gobierno de Sebastián Piñera. Este hecho frustró tempranamente el plan de la Administración de derecha en la zona. El padre del joven muerto, Marcelo Catrillanca, lideraba hoy en su coche la comitiva de la ministra Siches en su ingreso a la comunidad mapuche. Pero fue el propio Catrillanca quien criticó el despliegue del nuevo Gobierno, al ser consultado por los periodistas que participaban junto a Siches de la visita. “Quiero saludar a la ministra, porque creo que hay buena intención del Gobierno y eso nosotros lo valoramos. Lo que haya pasado en el camino, eso debemos resolverlo dentro de la comunidad, entre nosotros vamos a conversar. Pero no puedo decir lo que pasó, porque no tengo idea. Lo que sí, la visita fue muy improvisada. No podemos decir nosotros que esto se hizo con tiempo”, aseguró el padre de la víctima, que evitó condenar lo sucedido.
Conversamos con Marcelo Catrillanca, padre de Camilo, en una reunión importante dentro de la jornada en la que buscamos establecer diálogo con víctimas, territorios y autoridades. Con más convicción que nunca reafirmamos nuestro camino. La violencia no nos detendrá. pic.twitter.com/xvFZSNCyOV
— Izkia Siches Pastén (@izkia) March 15, 2022
Apenas se conoció la noticia del ataque, en el Palacio de La Moneda de inmediato se llevó a cabo una reunión de emergencia entre el presidente Boric y su equipo político, como la portavoz Camila Vallejo, que corrió hasta la oficina del mandatario. Desde la sede de Gobierno, la ministra argumentó que los ataques de este martes se producen justamente con un estado de excepción —con las Fuerzas Armadas desplegadas en la zona—, en referencia a que la presencia militar no ayuda a la pacificación. Ratificó que el Gobierno impulsa una retirada del Ejército.
“El camino que hemos decidido seguir para enfrentar la situación crítica en el Wallmapu [territorio mapuche] y especialmente la Araucanía, sabíamos que iba a ser difícil. El camino del diálogo sabemos que no va a estar exento de dificultades y que probablemente hay muchos que no quieran el diálogo. Quien pretenda intimidar a la ministra Izkia Siches está muy equivocado”, aseguró Vallejo, que insistió en que el Gobierno se mantendrá en su plan “con perseverancia”, porque se tiene la convicción de que se trata del camino correcto para alcanzar la paz en la zona. Lo mismo ratificó otro de los ministros centrales del Gobierno, Giorgio Jackson, que lidera el ministerio de la Secretaría General de la Presidencia.
Con la entrada de Siches a Temucuicui se habría marcado un gran triunfo político, porque ni las autoridades de Gobierno ni la policía pueden ingresar, ni siquiera para ejecutar órdenes de la Justicia. En enero de 2021, por ejemplo, murió un detective de la policía que participaba de un allanamiento en la comunidad mapuche.
La gira de la ministra del Interior era su primera actividad de importancia desde que asumió el cargo el viernes. Llegó la noche del lunes a la Araucanía a sostener diversas reuniones en la zona y, junto a otros ministros, tomar decisiones para el plan de desescalada militar. Llegó acompañada de la ministra de Defensa, Maya Fernández; de Obras Públicas, Juan Carlos García; de Desarrollo Social, Jeanette Vega; Educación, Marco Antonio Ávila; y de Salud, María Begoña Yarza, que se trasladaron hasta la Araucanía –a unos 700 kilómetros al sur de Santiago– para trabajar en un nuevo plan “integral” para atajar el conflicto.
El encuentro entre Siches y la familia Catrillanca finalmente se realizó en otro sitio y lo informó la propia ministra en redes sociales: “Conversamos con Marcelo Catrillanca, padre de Camilo, en una reunión importante dentro de la jornada en la que buscamos establecer diálogo con víctimas, territorios y autoridades. Con más convicción que nunca reafirmamos nuestro camino. La violencia no nos detendrá”.
El fiscal de Alta Complejidad de la región, César Schibar, se trasladó a Temucuicui para investigar los hechos. Los antecedentes indican que hubo premeditación. Cerca del lugar de los disparos se encontró un lienzo dirigido a Siches, en rechazo al diálogo: “Izkia Siches, mientras existan presos políticos mapuche no habrá diálogo. Por Kamilo Katrillanca y todos los caídos en combate en Wallmapu. No aceptaremos ningún soborno de un Estado asesino. Fuera forestales latifundio. No más militarización. Resistencia Mapuche”, asegura el escrito.
Las reacciones han sido transversales. Desde el Congreso en Valparaíso, el diputado por la Araucanía, Miguel Mellado, del partido de oposición Renovación Nacional, aseguró: “Había caminos cortados y la recibieron a balazos. Hay que proteger a la región de La Araucanía de estos terroristas que atacan con armas de fuego. Esta gente es peligrosa”. Y luego hizo una sentida petición al mandatario: “Presidente Boric, no retire el estado de excepción de la región. La candidez lo lleva a hacer algo que la gente cree que está en el centro de Santiago, pero ese sector es casi otro Chile. No dejan entrar a nadie que ellos no quieran. Y menos ahora dejan entrar a una ministro de Estado”.
Tras el ataque a Siches, se ha abierto en Chile un caluroso debate sobre la pertinencia de sacar a los militares de una zona roja del conflicto. Y, de paso, una discusión sobre las medidas de seguridad con que viajó la ministra a una zona muy peligrosa. La diputada comunista Karol Cariola, muy cercana al Gobierno, aseguró tras los hechos: “No hay que pecar de confiados, porque acá hubo evidentemente situaciones que no se previeron”. Aunque la propia ministra del Interior desechó las críticas –dijo que hubo un equipo de avanzada y negó la improvisación–, Carabineros le advirtió que era una zona peligrosa, pero Siches pidió ir solo con su escolta, policías de civil y sin vehículos blindados.
La Coordinadora Arauco-Malleco, una organización político-militar que desde fines de los años noventa busca la recuperación de las tierras mediante la violencia, tras la elección de Boric en diciembre emitió un comunicado en el que rechazaba el “paternalismo” de la izquierda “hippie, progre y buena onda”, manifestando que como pueblo mapuche tienen su propio ordenamiento político-militar desde antes de la conformación del Estado de Chile.
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