“Ojalá y los dirigentes estén a la altura del pueblo, eso sería mejor, pero también lo digo para que no estén pensando que son indispensables, insustituibles”, señaló el presidente.
Para referirse a la situación actual de Morena, el partido que fundó en 2011, el presidente Andrés Manuel López Obrador ‘se quitó la investidura’ y afirmó que a pesar de que la institución política lleva más de un año enfrascada en pleitos para definir la dirigencia nacional, en las encuestas aún está hasta arriba.
Por lo anterior, en conferencia matutina consideró, “con todo respeto”, que el partido es mucho pueblo para tan poco dirigente.
“No hay dirección, hay un desbarajuste; sin embargo, el pueblo tiene otra idea. Ojalá y los dirigentes estén a la altura del pueblo, eso sería mejor, pero también lo digo para que no estén pensando que son indispensables, insustituibles. Afortunadamente Morena es pueblo”, subrayó.
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El primer mandatario sostuvo que los partidos políticos deben poner por delante las causas que se defienden y no los intereses personales, por legítimos que sean.
“Si no tiene principios, si no tiene ideales, si no piensa en el pueblo, en luchar por causas justas, no es más que una franquicia, un mecanismo para que ambiciosos, vulgares se encaramen en cargos públicos solo para su provecho, ya sea en lo político porque desean ostentar poder o provecho económico”, acusó.
Insistió en que los aspirantes a dirigir una institución política no deben luchar por cargos, sino en dar propuestas para que haya justicia, igualdad, y para que se acabe con la corrupción e impunidad.
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“Si no hay amor al prójimo, no se es un buen dirigente. El individualista, el egoísta, el que le da la espalda al que sufre no es un buen dirigente ni es buen político, es un convenenciero, un arribista, un oportunista, un falsario. Ya basta de eso, estamos en una etapa nueva, afortunadamente es la gente la que está empujando la transformación”, apuntó.
López Obrador refirió que los dirigentes políticos no deben confundirse, ya que es el pueblo el que manda y el que decide.
“No es para Morena, es en general este punto de vista, de que ya al carajo con el oportunismo con la antigua forma de hacer política, de que ‘me voy a colar’ y no me importa el pueblo. Ni hablan con la gente, no platican, no recogen los sentimientos del pueblo porque traen todavía el esquema antiguo, el viejo molde que hay que terminar de romperlo.
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¿Cuál es la práctica antigua de hacer política? Que el político se reúne con político, desayuna, come y cena con político y la política es como una especie de relación públicas. Ya no, eso era antes, ahora o se toma en cuenta al pueblo o no se va a lograr nada”, sentenció.