Las jugadoras del FC Barcelona hace mucho tiempo que tienen una cosa clara. La afición nunca les falla. Si hay que llenar el Camp Nou se llena, si hay que viajar en masa a finales de Champions, se viaja, y si hay que hacer un nuevo récord de asistencia en el Estadi Johan Cruyff para sentenciar la Liga en un Clásico contra el Madrid, 5.569 seguidores acuden a la llamada de las futbolistas y del técnico. Esa cifra registrada ayer en el feudo azulgrana fue el récord de afluencia al nuevo estadio culé y llevó en volandas al equipo hacia un nuevo triunfo, el número 58 consecutivo, que de paso sentenció, si no lo estaba antes, lo que será la cuarta liga consecutiva.
El partido se encasquilló pero lo que fluyó sin bajar la intensidad ni un minuto fueron las gargantas de los miles de culés que disfrutaron de una nueva victoria ante el Madrid, la undécima en los once partidos disputados entre ambos.
El gol de Rolfö fue el punto álgido de la efusividad en el graderío, y con los tres puntos en el zurrón la actividad se trasladó a uno de los goles, donde se ubica la grada de animación del Estadi Johan Cruyff. Comenzó sonando el tradicional ‘Un dia de partit’, y cual llamada a filas las futbolistas azulgrana que charlaban en el centro del campo acudieron veloces hasta el fondo a saltar y cantar con los suyos. Hasta Alexia se sumó a las celebraciones. El mono de la capitana por competir solo ella lo sabe y una fiesta como esta no podía verla desde la distancia. También Mariona y Pina, esta última a la pata coja y a hombros de alguna de sus compañeras, participaron de lo que fue un ensayo del alirón definitivo.
El hit de la noche tuvo al Real Madrid como protagonista. Ya había sonado durante el partido pero por razones obvias las futbolistas no se pudieron sumar entonces. “Bote, bote, bote, madridista el que no bote”, cantó la grada, al unísono, y no hubo jugadora azulgrana que no botase sobre el césped junto a los suyos.
“¿Dónde está Florentino?”
Donde no botaron, cumpliendo con el protocolo y el decoro que exige la zona noble, fue en el palco. El presidente Joan Laporta encabezó la representación azulgrana y le acompañaron la vicepresidenta Elena Fort y el directivo Xavier Puig. El homólogo blanco de Laporta, Florentino Pérez, se perdió su segundo Clásico consecutivo en Barcelona en menos de una semana. Hubo espantada en el Camp Nou el domingo pasado e hizo lo propio ayer en el Johan. Mandó a Ana Rossell, Directora Deportiva del femenino blanco, que nunca falla.
El público azulgrana también tuvo un recuerdo para el máximo mandatario blanco ausente ayer al grito de “¿Dónde está Florentino?”