El fútbol y el deporte miran con incertidumbre el final de la temporada pero empiezan a pensar ya en la siguiente y el Valencia tiene claro que este verano deberá reformar sí o sí el centro de su defensa.
De los cuatro centrales que tiene actualmente, sólo Gabriel Paulista tiene el puesto asegurado, siempre que el brasileño no busque otra opción. Su pareja habitual en el once, Ezequiel Garay acaba contrato y antes de contagiarse del coronavirus sufrió una grave lesión en la rodilla que le obligó a decir adiós a la temporada y a pasar por el quirófano.
Las posturas para su renovación no estaban especialmente cercanas por lo que no está claro que vaya a seguir la próxima temporada en el club de Mestalla.
Un gol de Gabriel Paulista
Pero tampoco está claro el futuro de quien estaba llamado a ser su relevo. Mouctar Diakhaby no ha conseguido dar el paso adelante que de él se esperaba con la baja del argentino, todo lo contrario. Su pésimo partido ante el Atalanta aún colea. Además, es un jugador con buen mercado y el club está obligado a hacer caja por lo que no se descarta una venta, siempre por encima de los quince millones que pagó por él en el verano de 2018.
Más incierto aún es el futuro de Eliaquim Mangala. La buena relación de Jorge Mendes con Peter Lim permitió el regreso del francés pese a que llevaba más de un año sin jugar. Aunque tras varios meses siendo el descarte técnico más recurrente también llegó a debutar, no cuenta para Albert Celades. Le queda un año de contrato pero su situación es por tanto muy complicada.
Además, tampoco parece que el nivel que ha mostrado Jorge Sáenz en su cesión al Celta de Vigo vaya a hacer que el Valencia le recupere para ser uno de sus jugadores de referencia en el centro de la defensa. Así que todo apunta a que el club acudirá al mercado a comprar uno, dos o incluso tres centrales.
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