Sergio Reguilón no va a tener una temporada fácil en el Atlético de Madrid. Entre el hecho de que llegó lesionado por la operación de pubalgia por la que tuvo que pasar, que estuvo más de un mes recuperándose y que cuando quiso empezar a tener minutos, el equipo se marchó al parón por el Mundial… pues resulta que su presencia ha sido prácticamente testimonial en lo que va de curso.
Y si a ello le sumamos que protagoniza cuestiones como la vivida en el partido de los Juegos Mediterráneos, coincidiremos en que no es el mejor escenario para un jugador que está cedido en el Atlético en este curso. Si no hay un cambio muy pronunciado, será complicado que el club colchonero siga apostando por él la próxima temporada.
Y por circunstancias así nos referimos a la fulgurante expulsión que sufrió el lateral madrileño en el partido ante el Almería. Se fue a la calle por dos amarillas en apenas tres minutos. Entró en el campo en el 67’ puesto que no había sido titular. Y se marchó expulsado en el 89.
Por la gestualidad del jugador se vio que se iba calentando poco a poco hasta explotar en apenas tres minutos. La primera cartulina la vio en el 85’ por encararse con Mendes tras una acción de éste con Mario Hermoso. El lateral fue a reprocharle su actitud al atacante almeriense, que se revolvió y ambos vieron amarilla. Poco después, en el 88’,
saltaba a un balón dividido con Rodrigo Eli, con el brazo extendido y golpeaba en la cabeza del rival. Ahora, el jugador colchonero se perderá el partido ante el Real Valladolid de la próxima jornada.