“Si Julián Assange es extraditado a los Estados Unidos, estará expuesto a un ambiente de vilipendio público, arbitrariedad y prejuicio judicial que hace dudoso que reciba un juicio justo”, considera.
El Relator de la Naciones Unidas contra La Tortura, Nils Mezner, envió una comunicación al gobierno ecuatoriano sobre Julian Assange, con requerimientos que el gobierno de Lenin Moreno aún no ha contestado.
El Relator señala que “hay pruebas convincentes de que las autoridades judiciales suecas y británicas, deliberadamente, crearon una situación que impidió que Julian Assange haya podido viajar a Suecia, sin tener que exponerse a un riesgo real de violaciones graves de sus derechos humanos”.
“Durante casi nueve años, Suecia ha mantenido una narrativa sospechosa de ‘violación’ contra Julian Assange, a pesar de la evidencia contradictoria de que las demandantes nunca tuvieron la intención de denunciar un delito sexual, sino que la policía sueca las presionó e indujo para que lo hicieran y posteriormente decidieran “vender” su historia a la prensa sensacionalista”, apuntó.
“En ningún momento las autoridades judiciales suecas hicieron ningún intento para prevenir el daño a la reputación de Julian Assange, o para proteger su dignidad humana, al rechazar y rectificar públicamente exageraciones obvias y tergiversaciones de las acusaciones hechas en su contra”, sostuvo.
“Los primeros cinco años de coexistencia entre Julian Assange y el personal de la Embajada ecuatoriana estuvieron marcados por relaciones respetuosas y amistosas. A partir de la elección del nuevo Gobierno ecuatoriano en 2017, las autoridades ecuatorianas crearon, deliberadamente, condiciones de vida cada vez más difíciles y opresivas, con el objetivo aparente de obligar a Julian Assange a abandonar la Embajada”, señaló.
“Entre marzo de 2018 y abril de 2019, el hostigamiento progresivamente severo por parte de las autoridades ecuatorianas culminó en regulación, restricción y vigilancia excesiva de las comunicaciones de Julián Assange, y sus reuniones con visitantes externos (incluidos abogados y médicos) y su vida privada. A lo que se suma diversos grados de hostigamiento por parte de los guardias de seguridad y cierto personal diplomático, además de la difusión pública de medias verdades distorsionadas, difamaciones y declaraciones degradantes por parte de las autoridades del estado ecuatoriano”, indicó.
Recordó que “el 11 de abril de 2019, las autoridades ecuatorianas ‘suspendieron’ la ciudadanía ecuatoriana de Julián Assange, terminaron su asilo diplomático e invitaron a la policía británica a arrestarlo dentro de la Embajada, sin un debido proceso y sin una notificación previa adecuada”.
“La responsabilidad internacional por el trato cruel, inhumano y degradante, y la exposición resultante de Julián Assange a tortura psicológica, recae en los gobiernos del Reino Unido, Suecia, Ecuador y los Estados Unidos”, aseveró.
“Si Julián Assange es extraditado a los Estados Unidos, estará expuesto a un ambiente de vilipendio público, arbitrariedad y prejuicio judicial que hace dudoso que reciba un juicio justo ante un órgano judicial imparcial como lo requiere la ley de derechos humanos”.
Por ello, el Relator de la ONU insta al gobierno ecuatoriano a “dejar de difundir, sin demora, cualquier noticia o información que pueda ser perjudicial para la dignidad e integridad del Sr. Assange, y para sus derechos a procedimientos justos e imparciales en línea con los más altos estándares de derechos humanos”.
Aquí la comunicación de Nils Mezner:
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