Remontada trepidante del Betis ante el Leganés

Jordi Santamaría
Sevilla

Triunfo trepidante el sumado este sábado por el Real Betis ante un Leganés que vendió cara su derrota y se adelantó en el marcador al comienzo de la segunda parte, en la primera ocasión clara que tuvo. La afición bética, puesta en pie, despidió a los suyos con una atronadora ovación tras comprobar cómo se dejaron hasta la última gota de sudor en pos de la victoria. El Betis de Rubi, del que hasta la fecha no habíamos visto prácticamente nada, mostró sus primeros esbozos: sabido era que de calidad iba sobrado y a ello añadió hoy una lucha sin tregua que lo llevó hacia la victoria.

Después de unos minutos iniciales de tanteo, en los que el Leganés llegó a discutir la posesión del balón a los béticos, estos fueron haciéndose los dueños absolutos de la situación, acabando por encerrar a los pepineros en su parcela y sometiéndoles a un acoso incesante, que no tuvo premio porque primero un falta botada por Joaquín (42’) se estrelló en la cepa del poste derecho, y luego un córner botado por el capitán bético y cabeceado por Mandi (46’) fue escupido por el larguero.

Rubi plantó a su equipo con su habitual 4-3-3, con Canales y Guardado escoltando a William Carvalho y haciendo buenos coberturas a los laterales -Emerson y Pedraza- y Joaquín, Fekir y Loren intercambiando sus posiciones en el tridente ofensivo. Cada vez que el balón pasa por los pies del franco-argelino se huele el peligro y su química con Joaquín y Canales poco a poco fue dando frutos y propició que el Betis acabara la primera parte totalmente volcado en el área rival y con una posesión abrumadora (75%-25%). El árbitro pitó el final sin permitir a los verdiblancos botar un córner a favor -el sexto- lo que provocó las iras del público.

La segunda parte comenzó igual que acabó la primera: Loren falló bajo palos una ocasión clamorosa –por suerte para él estaba en fuera de juego- y acto seguido el Leganés cobró ventaja en su primera llegada con peligro de la noche. El gol espoleó a los béticos, que en apenas diez minutos le dieron la vuelta al marcador con dos buenos tantos de Loren y Fekir y luego supieron defenderse de las acometidas pepineras, pues los de Pellegrino fueron con fe a por el empate y Joel tuvo que emplearse a fondo en los compases finales, en los que el partido dejó de ser un monólogo para convertirse en un diálogo, con ocasiones en ambas porterías y un gran remate de Borja Iglesias, en el 90’, que escupió el larguero y pudo ser el 3-1.