Con un día inusual de parón en la F1 por la llegada del tifón Hagibis, que obligó a posponer la clasificación al domingo y anuló toda la actividad en pista que había prevista para este sábado, es momento de que los equipos estudien los datos del viernes y analicen lo sucedido. Sin duda, entre los 10 conjuntos que conforman el paddock, hay uno que deberá reflexionar más sobre todo lo sucedido en la primera jornada de entrenamientos del GP de Japón de F1. Se trata de Renault, equipo que llegaba con muchas esperanzas al trazado nipón, y que, de un plumazo, vio como todas ellas se hacían añicos, finalizando el día en la 17ª y 18ª posición de la tabla con Daniel Ricciardo y Nico Hülkenberg, por este orden.
El cuadro del rombo afrontaba la carrera nipona con entusiasmo. No querían tirar la toalla en la lucha por la cuarta posición del Mundial de Constructores con McLaren. Los ingleses tienen 33 puntos de ventaja sobre los franceses a falta de 5 carreras y Renault necesitaba algo más en Suzuka, un revulsivo en su coche, que les hiciera dar un paso al frente para poder recortar puntos en las citas restantes. Ese revulsivo debía llegar en forma de alerón delantero y otros cambios poco visibles en el monoplaza amarillo y negro, en una pista en la que el agarre frontal es clave. Dichas soluciones habían dado buenos resultados en el túnel de viento y en las pruebas en la fábrica, pero al pisar el asfalto, rápidamente mostraron lo contrario.
Durante las dos libres del viernes, Renault no cesó de probar varias soluciones, cambiar alturas, reglajes, balance y probar un sinfín de cosas, pero sin suerte, dando palos de ciego sin poder conseguir un rendimiento óptimo de su coche. Y a su vez, su moral decaía un poco más al ver a sus rivales, McLaren, realizando otra gran primera jornada con una séptima posición de Carlos Sainz y la décima de Lando Norris en un día de buenas sensaciones para los ingleses.
A Renault se le acaban los argumentos para poder batallar por la cuarta plaza que consiguieron el pasado curso y que este año van camino de no repetir. Paso atrás de los de Enstone que rompe con la constante evolución realizada en los últimos años y una tendencia positiva que ha terminado por estancarse este curso. No obstante, los pilotos trataban de sacarle hierro al asunto, asegurando que realmente no eran tan lentos y que la posición con la que terminaron el viernes no era la real, fruto de sus numerosas pruebas.
Eso sí, no tienen nada claro que puedan entrar en Q3, algo que van camino de no lograr si en la clasificación no sucede nada raro o aparece la lluvia. Posición que contrasta con la de McLaren, confiado en que sus dos pilotos estén entre los 10 primeros en ‘qualy’ y poder firmar otro gran resultado el domingo con Carlos Sainz como gran líder por su constancia y determinación en carrera. Y es que si la fiabilidad no falla, algo en lo que tiene mucho que decir precisamente el propulsor Renault, los clientes de la firma gala podrían abrir una brecha más que importante con los franceses en Suzuka, casi definitiva en este final de campeonato.
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