Renuncia arquitecto a Proyecto Chapultepec

Por no lograr un acuerdo con respecto a las modificaciones de su diseño, el arquitecto Benjamín Romano y su despacho LBR&A se retiraron ayer del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, dieron a conocer la Secretaría de Cultura y el gobierno de la Ciudad de México.

Romano se encargó del diseño conceptual de la “calzada flotante”, que unirían las secciones primera y segunda del bosque, con pasos peatonales y ciclovías, sobre el Periférico.

Al parecer, la decisión de la firma obedece a diferencias con las autoridades capitalinas relacionadas con una propuesta arquitectónica distinta a la original y que modifica las alturas libres, la pendiente de rampas de acceso y el número total de columnas necesarias para la estructura

El proyecto de renovación del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, encabezado por el artista mexicano Gabriel Orozco, forma parte de los proyectos prioritarios del gobierno federal.

La dimisión de Romero implica también retirar la autoría, participación o responsabilidad sobre este desarrollo.

“LBR&A y el arquitecto Benjamín Romano confían en que la solución final por parte del Gobierno de la Ciudad de México sea benéfica para la urbe y sus habitantes”, señala el despacho en comunicado. “Asimismo, ratifican su compromiso para el desarrollo de proyectos arquitectónicos, que, a través de la innovación, el conocimiento estructural y el uso de tecnologías sustentables contribuyan a la solución de los retos del entorno, siempre en cumplimiento de las normas vigentes”.

Según declaraciones de Homero Fernández, coordinador del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, a Apro, ni las secretarías de Obras y Servicios y de Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX, ni el Colegio de Ingenieros de la UNAM avalaron la propuesta de Romano.

En abril de 2019, el Gobierno de México dio a conocer el proyecto para integrar en cuatro secciones el complejo artístico y cultural de mayor importancia en el mundo, en uno de los ambientes naturales más emblemáticos del país: el Bosque de Chapultepec y con cerca de 800 hectáreas.

Gabriel Orozco dijo entonces que se trata de un proyecto que pretende formular posibilidades, paisajes posibles y la cultura que se quiere.

Durante la presentación del proyecto, Orozco señaló el propósito de trabajar en cada zona con mucho cuidado, con mucha economía y mucha precisión, para que no haya desperdicio de un solo centavo y cada infraestructura, tanto urbana como ecológica, tenga una razón de ser y termine siendo autosustentable, produciendo oxígeno, cultura, y sea una parte fundamental de la vida cotidiana y su posible supervivencia; incluso, él colabora de forma voluntaria.


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