Renzi: “Draghi es un seguro de vida para nuestros hijos y nietos”

Matteo Renzi, líder de Italia Viva, en una rueda de prensa, este viernes en Roma.
Matteo Renzi, líder de Italia Viva, en una rueda de prensa, este viernes en Roma.Roberto Monaldo/LaPresse
LaPresse / Roberto Monaldo / AP

El líder de Italia Viva, Matteo Renzi, autor intelectual de la crisis que ha vivido el país transalpino en las últimas semanas, ha anunciado el apoyo incondicional de su formación a la candidatura del exjefe del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi para presidir el Consejo de Ministros de Italia. La noticia hubiera sido lo contrario, ya que Renzi ha sido su principal valedor. Pero el florentino se deshizo en elogios hacia el tecnócrata. “Es un seguro de vida para nuestros hijos y nuestros nietos”. Fue un día redondo para el futuro primer ministro, porque Forza Italia también confirmó su apoyo y la Liga de Matteo Salvini empieza a pensar en seguir el mismo camino.

Renzi señaló que el momento para que Draghi se ponga al frente de Italia es ideal. Especialmente porque se trata de gestionar más de 200.000 millones de euros en ayudas ―entre préstamos y capital a fondo perdido― procedente de la Unión Europea. “Nunca nuestro país desde la Segunda Guerra Mundial ha tenido tanto dinero para gastar. Más que el Plan Marshall. ¿Quién mejor que él para gestionar este momento?”, señaló en referencia velada a la supuesta incapacidad del anterior Ejecutivo para hacerlo.

Además, el florentino cree que Italia puede convertirse con su nuevo primer ministro en el líder de la Europa de los dos próximos años. “En 2021 Angela Merkel dejará su papel de guía alemana y europea. Macron estará durante un año en campaña electoral. La idea de que Italia esté guiando las instituciones europeas es algo que nos da mucha confianza. Así que anunciamos ya que apoyaremos el Gobierno independientemente del nombre del Ejecutivo y del número de ministros técnicos o políticos que tenga”.

Renzi aseguró que sustentará el Gobierno que se cree porque lo ha pedido el presidente de la República. También si incluye a fuerzas antagónicas como la Liga de Matteo Salvini. La cita más esperada del día se produjo por la tarde, cuando Silvio Berlusconi debía encabezar la delegación de Forza Italia que se reunirá con Draghi. La decisión del partido del dueño de Mediaset, que finalmente se inclinó por el sí a Draghi, marcará a fuego el futuro de la coalición de centroderecha (Forza Italia, Liga y Hermanos de Italia), que gobierna hoy en 14 de las 20 regiones italianas y lidera todas las encuestas.

Berlusconi no pisaba Roma desde hacía un año. Recluido por la pandemia, con fuertes problemas de salud ―fue ingresado por covid-19 primero y por una dolencia cardiaca, después― anunció su voluntad de estar presente en el encuentro con Draghi. Pero a última hora tuvo que excusar su presencia, se supone que por el consejo de sus médicos. Antonio Tajani fue el encargado de debatir con el exbanquero y de comunicar públicamente la decisión. “Esperamos un Ejecutivo del más alto nivel y que involucre o a lo mejor del país para afrontar juntos la emergencia sanitaria y económica más grave de la historia de la República. El alto perfil de Draghi es garantía de la seriedad de un proyecto en torno al cual el país se puede reunir. Es normal la disponibilidad de Forza Italia a apoyarlo”, señaló.

El problema de Forza Italia es que tendrá que rendir cuentas internas con su coalición. Y Salvini, que se reunirá este sábado con Draghi, todavía no tiene claro qué quiere hacer. De momento sabe que su socia, todavía más escorada que él a la derecha -Giorgia Meloni, la líder de Hermanos de Italia- ya ha dicho que no votará a favor. Con un tono más suave que habitualmente, no entró en el mérito de las capacidades de Draghi -nadie se ha atrevido estos días a discutirlas-, pero aseguró que su partido quiere elecciones. Hermanos de Italia está dispuesto a “echar una mano” desde fuera con una abstención y apoyando las iniciativas que sean “positivas” para el país.

El Movimiento 5 Estrellas, encabezado por su fundador, Beppe Grillo, verá el sábado por la mañana a Draghi. La última vez que el cómico lideró una reunión con un primer ministro fue ante Matteo Renzi en 2014. Entonces protagonizó un esperpéntico show ante las cámaras y le dijo que estaba al servicio de la Banca y del establishment de Bruselas. Siete años después -esta vez sin la posibilidad de streaming– tendrá la oportunidad de decírselo directamente a ese universo que señalaba con el dedo. El encaje será complicado, pero ahora mismo ya nadie pone en duda que el banquero logrará formar un Ejecutivo.


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