Renzi y Conte aplazan la decisión sobre una posible crisis de Gobierno en Italia

Matteo Renzi, durante su entrevista en el programa 'Porta a Porta' de Rai 1, el 9 de diciembre, en Roma.
Matteo Renzi, durante su entrevista en el programa ‘Porta a Porta’ de Rai 1, el 9 de diciembre, en Roma.ANGELO CARCONI / EFE

La pandemia avanza en Italia y el martes volvió a subir la cifra de muertos hasta 846. El Ejecutivo se prepara para tomar medidas más severas en Navidad y los científicos advierten de los peligros de una inminente tercera ola. Sin embargo, la política sigue inmersa en el culebrón desatado por la amenaza de Matteo Renzi de hacer caer el Gobierno si no se atiende la exigencia de cambiar la manera en que se gestionarán los fondos europeos para la pandemia. El martes, día clave para desbloquear la crisis, el líder de Italia Viva decidió cancelar su encuentro con el primer ministro, Giuseppe Conte, y subió el precio de su apuesta. Las dos ministras del partido, señaló Renzi, están preparadas para dimitir.

La idea de Conte es crear una “sala de control”, integrada por el primer ministro, el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, del Partido Demócrata, y el de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, del Movimiento 5 Estrellas (M5S). Además, la gestión pasaría luego por seis grandes directores generales de empresas públicas, -aunque nada está muy definido aún- que pilotarían el destino de los fondos. Renzi, en cambio, exige que se elabore una ley que pase por la discusión en el Parlamento. Un plan cuyo fondo comparten la mayoría de partidos. Pero nadie quiere ahora una crisis de Gobierno a propósito de este tema. Especialmente porque Conte ya ha accedido a negociarlo. Pero la tensión no baja.

Las reuniones del lunes se saldaron con una misma consigna: aislar a Renzi. El M5S salió de su encuentro con Conte asegurando que no quiere ninguna remodelación de Gobierno. Algo lógico teniendo en cuenta que cualquier cambio consistiría en disminuir su peso y aumentar el del PD. Los socialdemócratas, más interesados en esta operación, se limitaron a decir que no es el momento de tomar esa decisión y se alejaron también de las posturas de Renzi, la tercera pata de este Ejecutivo.

El líder de Italia Viva decidió el martes por la mañana posponer su encuentro alegando que la ministra Teresa Bellanova no podría acudir a la cita porque debía estar en Bruselas. Pero mantuvo una amenaza que difícilmente podrá retirar sin aparecer como el gran derrotado de la jugada que intentó iniciar la semana pasada. “Las ministras, que también vendrán a la reunión, están dispuestas a renunciar a su mandato, si es necesario. Porque los que dicen que nos metemos en medio para conseguir media cartera extra deben tener en cuenta que somos el único partido que está dispuesto a ceder puestos y no a pedirlos”, escribió Renzi en las redes sociales. La reunión debería producirse antes del fin de semana.


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