Después de esquivar durante más de un año a los investigadores de la trama rusa, el presidente Donald Trump accedió finalmente a responder por escrito el pasado noviembre a las preguntas del fiscal especial Robert Mueller.
Las respuestas de Trump fueron tan opacas que Mueller las consideró “inadecuadas” y se planteó forzarle a testificar por la vía judicial, pero finalmente decidió no hacerlo por el “coste” que habría provocado ese “largo litigio”.
Estas son las claves del único intercambio conocido entre Trump y sus investigadores, incluido en la versión desclasificada del reporte de Mueller que se hizo pública el jueves:
“NO LO RECUERDO”
Con la ayuda de sus abogados, Trump respondió en menos de 2,500 palabras a las más de 60 preguntas que le hizo Mueller.
En ese texto, Trump “dijo en más de 30 ocasiones que ”no lo recuerdo” o no tenía un ”recuerdo independiente” de la información” que solicitaba Mueller, según el informe del fiscal especial.
Esa aparente amnesia del presidente se aplica, por ejemplo, a si conversó alguna vez sobre WikiLeaks con su excolaborador Roger Stone, y también a si sabía o no que esa plataforma planeaba publicar información dañina sobre los demócratas en 2016.
“Ese fue uno de muchos meses ajetreados, dentro de una campaña que nunca paraba”, se excusó en una de sus respuestas Trump.
“Han pasado más de dos años de eso y no tengo ningún recuerdo al respecto”, recalcó en otra ocasión el mandatario, que ha presumido varias veces en público de su prodigiosa memoria.
”¡ERA BROMA!”
Trump se amparó en la comedia para justificar al menos un comentario que hizo en el pasado y que inquietó al fiscal especial.
“Hice esa declaración de broma y sarcásticamente, como era aparente para cualquier observador objetivo”, indicó Trump, en referencia a cuando pidió a Rusia, durante un acto de campaña en julio de 2016, que “encontrara los 30,000 correos electrónicos desaparecidos” del servidor de correo electrónico de su rival demócrata en esas elecciones, Hillary Clinton.
La Casa Blanca afirmó esta semana que Trump también bromeaba cuando aseguró en 2016 que “amaba” a WikiLeaks y que le encantaba leer sus revelaciones.
En sus respuestas a Mueller, el mandatario asegura que ya no recuerda las conversaciones que pudo mantener con su equipo acerca de esa plataforma, y que tampoco “recuerda” haber planteado nunca la posibilidad de indultar a su fundador, Julian Assange.
¿QUÉ PASÓ EN LA TORRE TRUMP?
Uno de los temas que investigó Mueller fue la reunión que mantuvieron en la Torre Trump de Nueva York, el 9 de junio de 2016, el hijo del ahora mandatario, Donald Jr.; su yerno, Jared Kushner; y su entonces jefe de campaña, Paul Manafort, con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya.
Según los correos electrónicos filtrados de Donald Jr., este esperaba obtener información comprometedora sobre Clinton en esa cita, y el equipo de Mueller quería averiguar cuánto sabía Trump de los aparentes planes de su hijo de coordinarse con una figura rusa.
“No recuerdo haberme enterado en ese momento de que Donald Trump Jr., Paul Manafort o Jared Kushner estuvieran pensando en participar” en esa reunión, aseguró Trump a Mueller.
El mandatario reconoció que su calendario “refleja” que él se encontraba en la Torre Trump durante “porciones de los días” previos al encuentro y el mismo día 9, cuando tenía programada una reunión con Manafort, pero no “recuerda” si finalmente se vio con él.
El informe concluye que Trump “dictó” en 2017 el primer comunicado oficial sobre la reunión, que omitió el hecho de que su hijo tenía la intención de obtener datos sobre Clinton, pero el fiscal especial no encontró “pruebas documentales” que demuestren que el presidente se enteró en 2016 de que la reunión tuvo lugar.
LA PRESUNTA INJERENCIA RUSA
Trump garantizó a Mueller que “no recuerda” que le informaran “durante la campaña de esfuerzos de funcionarios rusos para reunirse” con él o con altos cargos de su campaña.
Pero Trump dejó sin contestar varias preguntas de Mueller, entre ellas, la de si cuando era presidente electo, habló con su equipo sobre levantar sanciones a Rusia, o si se planteó establecer una línea de comunicación no oficial con Moscú.
EL PROYECTO DE MOSCÚ
Trump minimizó su implicación en el proyecto de su empresa para construir una torre en Moscú, que generó escrutinio porque su exabogado personal, Michael Cohen, mintió al Congreso sobre la duración de las negociaciones relacionadas con ese plan inmobiliario que no llegó a concretarse.
“Michael Cohen me lo propuso (…). Tuve pocas conversaciones con él sobre este tema. Las recuerdo breves y poco memorables. La propuesta no me entusiasmaba”, zanjó el mandatario.