La pandemia global del coronavirus nos ha obligado a vivir una situación completamente excepcional. Un escenario nuevo, en el que surgen multitud de preguntas ante un futuro incierto. Estamos ya a mediados de mayo, y sólo quedan unas semanas para que llegue el verano, así que una de las grandes cuestiones del momento es cómo disfrutaremos de la playa este año.
Pues bien, con el plan de la desescalada presentado por el Gobierno parece que alcanzaremos la «nueva normalidad» a finales del mes de junio. Aún así, tal y como explican los expertos, será un verano muy diferente a como lo conocíamos.
Instituciones y empresarios están analizando diferentes opciones para hacer viable el uso de las playas garantizando que se cumple la distancia de seguridad. Una compañía italiana propuso la instalación de mamparas para aislar de alguna manera a quienes toman el sol en la arena.
Una de las ideas más revolucionarias, y quizá una de las que más éxito tengan, es la que plantea la localidad valenciana de Canet d’en Berenguer. Tal y como ha señado su alcalde, el principal objetivo es limpiar el aforo de las playas del municipio para que se pueda respetar la distancia de seguridad de dos metros que recomiendan las autoridades sanitarios. Para ello, el Ayuntamiento dividirá la zona de playa en cuatro áreas.
¿Cómo podrían acceder los bañistas a disfrutar de la playa? A través de una aplicación móvil, los usuarios podrían hacer una reserva en los turnos disponibles. Luego, les llegaría un código QR a su teléfono móvil, que usarían para acceder en el tiempo estimado.
Una solución sencilla y muy práctica, teniendo en cuenta que el aforo es limitado. Gracias a la aplicación los usuarios podrían reservar su sitio en la playa a una determinada hora para evitar aglomeraciones y tiempos de espera innecesarios.
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