“Bajo Reserva”, en El Universal
“Ayer en Palacio Nacional hubo un cónclave morenista con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Nos detallan que acudieron Mario Delgado, líder nacional de Morena, y Citlalli Hernández, pero no fueron los únicos. Nos aseguran que también estuvo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y algunos de los ideólogos de la autollamada Cuarta Transformación, como los escritores Armando Bartra y Pedro Miguel, así como el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón. Y otra presencia que llamó mucho la atención: la de la alcaldesa morenista de Iztapalapa, Clara Bragada”.
“Templo Mayor”, en Reforma
“NO SE lo digan a nadie, pero las acusaciones contra Julio Scherer Ibarra brincarán la frontera y serán dirimidas en un juzgado de Estados Unidos, donde no tiene posibilidad de meter la mano el presidente mexicano. CUENTAN que la familia de Juan Collado ya ha tenido contactos con el abogado Juan Morillo, socio de la firma Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan LLP, con sede en Washington. La idea es representar a Collado en una denuncia contra el ex consejero jurídico de la Presidencia y -¡ojo!- también contra el Estado mexicano en una Corte de Miami. LA POSIBILIDAD de que Julio Scherer Ibarra responda ante la justicia norteamericana debe tener a más de uno nervioso en Palacio Nacional”.
“Trascendió”, en Milenio:
“Que si bien el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, se ha mostrado respetuoso de las acciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluida la política de “abrazos, no balazos” para enfrentar a las bandas del crimen organizado, considera que ésta ha sido insuficiente por lo que propone revisar la estrategia en conjunto con Sedena, Marina, Seguridad Pública y Guardia Nacional en una especie de lluvia de ideas que permita también afinar el debate sobre la ley que regirá a esta última institución, encabezada por Luis Rodríguez Bucio”.
“Estrictamente Personal”, en El Financiero:
“Hay un rancho cerca de Toluca donde regularmente se reunían funcionarios de la Fiscalía General de la República, de la Unidad de Inteligencia Financiera, de la Consejería Jurídica de la Presidencia, de las secretarías de la Defensa y de la Marina, del Centro Nacional de Inteligencia, así como representantes del Poder Judicial. Comían, se divertían y cantaban, en un ejercicio de divertimento y camaradería, que seguía a una reunión de trabajo donde enfocaban a qué organizaciones criminales e individuos en particular iban a perseguir, neutralizar, desarticular, o a quiénes procesarían y llevarían a la cárcel. Oficialmente ese equipo no existía y es uno de los secretos más fuertemente guardados en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador”.
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